Una de las cosas más importante en la vida de un creyente,
es poder decir en todo momento, Yo estoy en la perfecta voluntad de Dios.
El
verdadero éxito en la vida es poder andar en la perfecta voluntad de El y una
de la causa del fracaso de muchos, es andar un paso adelantado a su voluntad.
Hay persona que pasan casi toda su vida orando y pidiéndole
a Dios le conceda un propósito que quizás en vez de bendecirlo, Dios sabe que
va a afectar: su vida, su carácter y hasta su comunión con El, y no reciben la respuesta a su oración; pero
estas personas siguen insistiendo en esta petición hasta que Dios se la concede
en su voluntad permisiva, a esto le llamo Yo caminar un paso adelantado a su
voluntad.
¿Que sucede cuando caminamos en la voluntad permisiva de
Dios?
Que recibimos lo que con insistencia hemos pedido, pero nos perdemos la
oportunidad de disfrutar de lo que El realmente quería para nosotros, que al
fin y al cabo siempre será algo mejor que lo que le hemos pedido.
Es posible que tú le estés pidiendo a Dios insistentemente
un carrito, cuando Él había dispuesto
darte una Jeepeta. Aprendamos a pedirle a Dios solo lo que El quiera para
nuestras vidas y sobre todo aprendamos a esperar el tiempo de El para
recibirlo. Es mejor ser bendecido a largo plazo que recibir una maldición
instantánea.
En una ocasión un hermano se acerco a su pastor y le dijo: -Pastor
ayúdeme a orar que quiero comprar un Carro-. El pastor le respondió -esta bien hijo mio voy
a orar-. Al día siguiente el hermano se
levanto temprano, fue a una agencia y compro su carro. Cuando iba saliendo de la agencia vino un Camión
y lo impacto desbaratando por completo el vehículo. El hermano entonces llamo a
su pastor y le dijo: -Pastor ahora si que necesito su oración, pero ya no ore
por el carro sino por mi que estoy metido en un gran problema-.
Aquel hermano no espero la repuesta de Dios a través de la
oración del Pastor para conocer su voluntad y por el contrario se adelanto al propósito de
El.
Los pastores son personas escogidas
por Dios para ser intermediarios entre
El y sus ovejas, pero muchas
veces ignoramos esta gran verdad y nos lanzamos a ciegas a buscar nuestro propio
bienestar sin tomar en cuenta el orden de Dios.
Hay que esperar el
tiempo de Dios para todas las cosas, porque Él nunca te va a dar el Carro, si tu primero no tienes la licencia y el seguro que se requiere para conducirlo, además Dios nunca te va a dar una piedra por
un pan y sobre todo porque Él es un Dios de orden, que siempre quiere lo mejor
para sus hijos.
Esto nos enseña que no debemos ir delante ni detrás de Dios,
sino cargados en sus brazos, cerca de El y apegado no a su voluntad permisiva, sino a
su perfecta voluntad. Moisés siervo
obediente de Dios, nunca se movía hasta que la nube que lo guiaba no lo hacia, porque
sabia que esa nube era el mismo Dios guiándole por el desierto para que no se
confundiera del verdadero camino y para que no se extraviara. Cuando caminamos
adelantado a la voluntad del Eterno perdemos la ruta y es más largo el camino por nuestros
desiertos.
Nuestra oración siempre debe de ser: “Dios yo quiero solo lo que tu quieras para mi y no en mi voluntad sino en la tuya. Amen”.Pastor: Pablo Ramos Disla.
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