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jueves, 12 de julio de 2012

Tu y Yo somos el árbol Jesús el labrador


""Palabra de Reflexión""

El Salmos 1:1-3 dice "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo,Y su hoja no cae."

Nuestro Dios nos compara como árboles plantados junto a corrientes de aguas dejando establecidos que la columna fundamental de un hombre justo es el Espíritu Santo que fluye en nuestras vidas para evitar que nuestras hojas, que son nuestra confianza y nuestra fe en El,  nunca caiga para así poder dar buenos frutos en su tiempo.

Un árbol bien plantado siempre dará buenos frutos cuando lo hace en el tiempo de Dios. Cuando es lo contrario los frutos serán desabridos y sinsabores. Dios necesita tomarse un tiempo con nosotros para poder formarnos arboles sanos y para poder pasarnos por el proceso de podación.
 Este proceso consiste en ir arrancando y cortando una por una todas las hojas secas de nuestras vidas que no permiten que nazcan las flores en nosotros, que mas tarde se convertirán en buenos frutos.

Muchas personas se sienten conformes con el árbol de su vida, porque lucen frondosos y llenos de hojas de sabiduría, fanatismo y religiosidad; pero no son capaz de tener consigo un solo fruto que pueda saciar el hambre espiritual de otras personas necesitadas.
 La biblia habla de un árbol de higos semejante a este el cual fue descalificado por Jesús, por tener muy linda apariencia y ni un solo fruto. Todos conocemos el final del árbol de higos y estoy seguro que ninguno de nosotros queremos correr su misma suerte.

Si tú te sientes ser un varón o una varona justa y al mismo tiempo estas pasando por momentos de pruebas y penalidades, quiero decirte que no es el enemigo que te esta oprimiendo sino el labrador que te esta podando.  Este proceso suele ser doloroso pero su resultado glorioso, recuerda que Dios solo perfecciona lo que quiere usar.

 En este proceso muchas veces llegamos a creer que estamos solos, pero no es así.  Jesús dijo que en este mundo tendríamos aflixiones, pero que no tengamos miedo porque él ha vencido al mundo y prometió estar contigo todos los días de tu vida.

Oremos para que Dios nuestro labrador nos mantenga siempre junto a esa corriente de agua que es su Espíritu Santo, para que estirpe de nosotros toda hoja seca de amargura, resentimiento, rencor, desamor y falta de perdón. Nos envíe  su lluvia temprana y solo nos mueva el viento de su presencia para que podamos crecer y dar buena sombra, pero sobre todo buenos frutos a su tiempo.

No olvidemos que como árbol seremos conocidos, no por nuestro tamaño y follaje, sino por nuestros frutos.

Dios Te bendiga, te guarde y te prospere. Amén.
                                                                            Pastor: Pablo Ramos.

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