Translate

lunes, 13 de agosto de 2012

No temas, Tu no estas solo


























“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,  ¿quién contra nosotros?
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó Por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”    Romanos 8:31-39:

Se cuenta la historia de un hombre que viajaba durante el invierno en zona de frío. De repente llegó a la orilla de un ancho río, sin ningún puente. Como hacía mucho frío, el río se había congelado; pero el hombre desconocía la zona, y no estaba seguro si el río congelado sería capaz de sostener su peso o no.

Con mucho cuidado, el hombre empezó a gatear sobre la superficie del  hielo. Antes de avanzar siquiera diez centímetros, probaba el hielo con la mano para ver si seguía firme. De esta forma logró avanzar muy lentamente sobre el hielo, hasta que de repente oyó un ruido muy fuerte detrás de él.

Al principio pensó que el hielo se estaba quebrando, y que pronto se encontraría sumido en las aguas frías del río. Dando la vuelta, vio lo que había causado el ruido: era un hombre con una carreta llevada por varios caballos. Campante, el hombre manejaba la carreta encima del hielo. El conocía el río; sabía que el hielo era grueso, y que lo sostendría. Mientras el otro hombre avanzaba lentamente y con preocupación, él iba contento, admirando el paisaje y disfrutando del día.

Muchos de nosotros avanzamos por la vida como el primer hombre, inseguros y preocupados. Al no comprender los caminos y los propósitos de Dios para nuestras vidas, caminamos tentando las cosas. Debido a nuestra ansiedad, podemos fácilmente caer en tentación.  Perdemos el gozo y la paz.

Estoy convencido de que Dios no quiere que vivamos así. Cuando comprendemos lo que Dios nos ha dado en Cristo, cuando entendemos los propósitos que El tiene para nosotros, podemos caminar con la frente en alto, sin temer a lo que vendrá, disfrutando del paisaje y de las bendiciones que Dios hace
llover sobre nuestra vida.

Cuando un equipo deportivo sale vencedor en algún partido, ¡su alegría es incontenible! Los jugadores saltan, bailan, gritan y se gozan por su victoria. ¡La Biblia nos dice que, en Cristo, somos más que vencedores! ¡Qué gran gozo nos pertenece!

 La primera cosa que el Espíritu nos dice aquí es que, si nosotros hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Rey y Salvador, ¡Dios está de nuestro lado! Dios está contigo. Si Dios está de tu parte, ¿qué más importa? Cualquier oposición que
pudieras enfrentar se vuelve insignificante.

Si Dios está de tu lado, El no te negará nada de lo que necesites. Observa lo que dice el verso 32.  Si Dios estuvo dispuesto a darnos a su Hijo para lograr nuestra salvación, ¡sería absurdo pensar que no nos dará todo lo que necesitamos para vivir esa salvación y llegar a estar con El! Al contrario, sabiendo que El dio a su Hijo por nosotros, podemos estar más que seguros de que El nos dará todo lo demás también.

La frase "todas las cosas" no significa todo lo que queremos o todo lo que existe en el universo, sino todo lo que necesitamos para lograr el plan perfecto que Dios tiene para nosotros.
Incluye la provisión que necesitamos para vivir en este mundo, y también la gracia que necesitamos para confiar y obedecer. ¡Todo absolutamente todo El nos  dará!

Cada vez que te sientas tentado a dudar de la provisión de Dios, acuérdate de que El ya dio a su Hijo por ti. ¿Cómo no va a suplir todo lo que necesitas? Pídele con confianza  y sin dudar cualquier cosa que necesites, y puedes estar seguro que El no te va a negar nada.  Todo lo que pedimos al padre en el nombre de su hijo Jesús, Dios lo concederá por amor a El y a ti.

Dios te bendiga!!! 



No hay comentarios:

Publicar un comentario