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jueves, 27 de septiembre de 2012

No ofrezcamos a Dios sacrificio sin valor


Malaquías 1:6-14  dice: 
 
“El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? 


 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. 



Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. 



 Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos. 



¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda. 



 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos. 
Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable. 



 Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. 



 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones".


La palabra Malaquías del hebreo "Malají", significa "mi mensajero", este era el nombre del profeta. 

Si leemos con detenimiento el libro de Malaquías observamos como El profetiza en 1ª persona como si fuera Dios mismo el que hablara. 

 El profeta habla en el siglo V a. d. C.  El cautiverio es algo del pasado, el Templo ya ha sido reconstruido sin haberse visto cumplidas las promesas de restauración de Judá. El pueblo había caído en la apatía y en la desilusión, Incluso los sacerdotes defraudaban a Dios menospreciando el culto divino.

Dios se vuelve ahora contra los sacerdotes, quienes debían de haber sido los líderes espirituales de la tierra. 
Dios les reprocha su comportamiento. Ellos tomaban para sí lo mejor. 

Dios les había dado a ellos lo mejor, el privilegio más alto y por supuesto Dios también  esperaba de ellos lo mejor: Servir en el altar, quemar incienso, comer del pan de la proposición...etc.

Ellos tenían el privilegio de tener una constante comunión con Dios. El sacerdote escuchaba las plegarias del pueblo y entrando en el lugar Santísimo se las presentaba a Jehová,  y así mismo recogía la Palabra de Jehová y se la transmitía al pueblo. 

Dios está verdaderamente enojado, en la trascripción popular de la Biblia el versículo 10 de la lectura del encabezamiento nos dice: "Ojala, alguno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no volvierais a encender en vano el fuego de mi altar".

Dios prefería ver cerrado el templo antes que tener al pueblo y a los sacerdotes jugando a la religión. Nosotros también somos sacerdotes, la sangre de Cristo nos ha salvado, nos ha dado privilegios,  y nos ha dado también responsabilidades.

Apocalipsis 1:5-6 "Somos sacerdotes mediante Cristo y como tales hemos de traerle sacrificios a su altar". 

Todos sabemos que ya pasaron los tiempos de las libaciones y los derramamientos de sangre, ya hubo un sacrificio único y suficiente.
Entonces ¿cuáles han de ser nuestros sacrificios? 

1ª Pedro 2:5 "... vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo."

Nuestros sacrificios han de ser, hermanos sacrificios espirituales. 
¿Y cuáles son esos sacrificios? ¿Que es lo que Dios demanda de nosotros, sus sacerdotes? 
Nosotros que hemos recibido de Dios lo mejor ¿que hemos de entregarle a Dios? Pues Dios, al igual que de aquellos sacerdotes espera de nosotros todo lo mejor.

1º DIOS ESPERA QUE PRESENTEMOS NUESTROS CUERPOS:

·        Romanos 12:1
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional".

2º DIOS ESPERA SACRIFICIO DE OFRENDAS:

·        Filipenses 4: 14-20
“Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 

Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos;  pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.  No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 
 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 
 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 
 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”.


·        2ª Corintios 9:7
” Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. 

3º DIOS ESPERA SACRIFICIO DE ALABANZA:

·        Hebreos 13:15
 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”. 

4º DIOS ESPERA SACRIFICIOS DE BUENAS OBRAS:

·        Hebreos 13:16;
 “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 

·        Efesios 2:10
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

5º DIOS ESPERA SACRIFICIO DE ALMAS GANADAS PARA CRISTO:

·        Romanos 15:16
“Para  ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. 


CONCLUSIÓN:

El verdadero sacrificio es servir y vivir dedicado a Dios. Como sacerdotes de Cristo hemos de vivir consagrados a Dios. El cristiano que falla en su vida y en su entrega, falla también irremisiblemente en el altar. 

Hemos de comprender que no servimos a Cristo para recibir sus misericordias, sino que debido a que ya las tenemos presentamos nuestros sacrificios a El por amor y agradecimiento. Nosotros le amamos, por que el nos amo primero.

Reflexionemos:

¿Estamos presentando en el altar las primicias de nuestras ofrendas? 
¿Estamos presentando el primogénito de nuestro ganado? O por el contrario le estamos dando animales cojos, ciegos o enfermos. 

En definitiva ¿Estamos dándole a Dios lo mejor o solo lo que nos conviene?

Que el Señor nuestro Dios nos ayude a saber rendirnos a su voluntad cada día más y de esta forma podamos presentarnos ante su altar con sacrificios que sean dignos de su amor y de su misericordia.  No ofrezcamos Sacrificios sin Valor a El.

Que Dios los bendiga!!!.

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