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martes, 15 de marzo de 2016

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             SOMOS UN  MINISTERIO CRISTO-CÉNTRICO

               Trayendo el mensaje de Amor, Paz y Restauración.


      BIENVENIDA


Dios te bendiga rica y abundantemente. En hora perfecta nos regala tu visita.

Somos el ministerio Remedios para sanar tu alma. Nuestra visión es predicar el evangelio de Jesucristo a todas las naciones y llevar mensajes de aliento a las almas necesitadas, edificación a las familias e Iglesias y proveer una herramienta útil y necesaria para todos los líderes, pastores y predicadores del evangelio.

En esta sección encontrarás temas de sermones y predicaciones que te serán de gran ayuda en la misión de pregonar la palabra de Dios.


Esperamos que en el tiempo que vas a estar en esta página, tus expectativas y tus inquietudes sean satisfechas y que sobre todo nuestro contenido te bendiga grandemente.



Pastor:Pablo Ramos.

                                                               Nuestra Creencia

Creemos que los 66 libros de la Biblia son las Sagradas Escrituras dada a los hombres por medio de inspiración divina. Estas Sagradas Escrituras representan la infalible palabra de Dios ( 2 Pedro 1:19-21; 2 Tim. 3:16).

Creemos que el hombre fue creado bueno y justo, porque Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Mas el hombre, por transgresión voluntaria cayo; y por lo tanto, se acarreó no solo la muerte física, sino también la muerte espiritual, que es separación de Dios (Gen. 1:26, 27; 2:17, 3:6; Ro. 5:12-19). Creemos que el hombre no se puede salvar por sí mismo y que solo por medio de Jesucristo puede ser salvo (Hechos 4:12).

Creemos que nuestro Señor Jesús estableció dos ordenanzas en la iglesia: El Bautismo en Agua y la Santa Cena.

La ordenanza del bautismo por inmersión se establece en las Escrituras. Todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor tienen que ser bautizados. De esta manera se da un testimonio al mundo de que la persona ha muerto con Cristo y que juntamente con Él se ha levantado a nueva vida (Mat. 28:19; Mar. 16:16; Hechos 10:47, 48; Ro. 6:4).

Creemos que el Espíritu Santo mora en el corazón de todos los que hayan aceptado a Cristo Jesús como su único salvador (Jn 7:38, 39).
Creemos en el bautismo del Espíritu Santo y que este debe ser buscado por todo creyente. El Bautismo en el Espíritu Santo es distinto de y subsecuente a la experiencia del nuevo nacimiento (Hechos 8:12-17; 10:44-46; 11:14-16; 15:7-9), y trae la investidura de poder para dar testimonio vivo de Cristo (Lucas 24:49; Hechos 1:4, 8; 1 Co. 12:1-31).

Creemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios a través del Espíritu, divinamente señalada para el cumplimiento de su Gran Comisión. Cada creyente, nacido del Espíritu, es parte del cuerpo de Cristo y ninguna denominación o grupo en particular es dueño de la salvación del hombre, sino que todo aquel que haya recibido a Cristo como su salvador personal y lo haya confesado con su boca y creído en su corazón es parte de la iglesia y cuyo nombre está escrito en el libro de la vida (Efe. 1:22, 23; 2:22; Heb. 12:23).

Creemos en el arrebatamiento de la iglesia y que este evento es independiente de la segunda venida de Cristo y que sucederá antes del periodo de la gran tribulación. (1 Tes. 4:16, 17; Ro. 8:23; Tito 2:13; 1 Co. 15:51-52).

Creemos en la segunda venida de Cristo y que sus santos vendrán con él y juntos reinaremos con él por 1,000 años en esta tierra. Creemos que al final de estos mil años vendrá el juicio final y la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra donde moraremos por toda la eternidad con nuestro Señor (Zacarías 14; Apocalipsis 20, 21).

Creemos en un solo Dios, infinito en su naturaleza, creador de todas las cosas, visibles e invisibles, y por quien todas las cosas subsisten, y quien siendo uno en esencia es tres en personas—El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo. Un solo Dios, una sola mente, uno en esencia, tres personas en función (I Juan 5:7).

Creemos en que nuestro Señor Jesucristo es el Verbo de Dios hecho carne y por lo tanto el hijo unigénito de Dios (Jn 1:1,14; Jn 3:16).

Creemos en las siguientes declaraciones:
* Su nacimiento fue virginal (Mat. 1:23; Lucas 1:31-35)
* En su vida nunca hubo pecado (Heb. 7:26; 1 Ped. 2:22)
* Murió en la cruz para redención de nuestros pecados y solo por medio de este sacrificio podemos nosotros ser salvos (1 Co. 15:3; 2 Co. 5:21)
* Su resurrección de entre los muertos fue corporal, su cuerpo resucito (Mat. 28:6; Lucas 24:39; 1 Co 15:4)
* Esta sentado en cuerpo a la diestra de Dios Padre (Hechos 1:9, 11; 2:33; Fil. 2:9-11; Heb. 1:3)

La Cena del Señor, consistiendo en los dos elementos, el pan y el fruto de la vid, expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo (2 Ped. 1:4), un memorial de sus sufrimientos y muerte (1 Co. 11:24), una profecía de su segunda venida (1 Co. 11:26); y es una ordenanza para todos los creyentes «hasta que El venga».








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