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sábado, 27 de octubre de 2012

¿Qué tipo de creyente eres Tú?


Juan 11:21 dice así:

 “Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto”. 

La biblia nos narra en este Capítulo, la historia de tres personajes muy amados por Jesús, son ellos los hermanos: Marta, María y Lázaro.

 La forma de ser y las características de cada uno de ellos nos dan una gran enseñanza y reflejan una gran similitud con el tipo de creyente que existe hoy en día.

En este mensaje tratare de definir por medio de la palabra, cuáles eran las características de cada uno de ellos con la finalidad de que podamos descubrir la similitud de ellos con cada uno de nosotros y con el objetivo de que al final puedas identificar cuál de estos tipo de creyente eres Tu.

I. Analicemos primeramente a Marta y sus características:

a.-  Marta era muy amada por Jesús.

Jesucristo siente un amor especial por la humanidad en especial por aquellos que les han entregado su vida y que les han aceptado como su Salvador personal, no importa cuál sea su condición espiritual. Dice la biblia que el ama al pecador aunque aborrece el pecado.

b.-  Jesús califica a Marta como una persona afanada y turbada. Veamos lo que dice de ella en Lucas 10:38-41.

“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.  Respondiendo Jesús, le dijo:
 Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas”. 

Marta representa a un tipo de cristiano cuya mirada esta puesta en las cosas terrenales, los quehaceres  de la vida, el trabajo, los afanes cotidianos y todas estas cosas que no son de gran importancia a los ojos de Dios.  “Afanada y turbada estas con muchas cosas” vs. 41.

 ¿Qué significa la palabra turbada? Esta palabra proviene de un término que se usa en ganadería cuando una oveja o ganado esta intranquilo, y es una similitud de la ansiedad en el Creyente.  La palabra te dice “que por nada estéis ansiosos ni afanados, que debemos echar nuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de cada uno de nosotros”.

Por lo general este tipo de creyente no se conforma con ser así, sino que trata de inducir a otros a que sean como El. Veamos el vs. 40 Marta le dice al Señor: “No te da cuidado que mi hermana me deje servir sola, dile pues que me ayude”. Si eres este tipo de creyente no incitas en otro para que sean como tú.

c.-  Marta también representa al tipo de cristiano que sale al encuentro de Jesús, pero que siempre lo está cuestionando y quejándose. Vs. 20 y 21.

“Señor si hubiese estado aquí no me hubiera sucedido esto o aquello”. No sé si usted ha escuchado hermanos decirle al Señor: “Porque si Yo soy tu hijo tu permites que me pase tal o cual cosa”.

La palabra establece que todas las cosas nos ayudan a bien a los que somos llamados conforme a sus propósitos, entonces porque cuestionarlo. Solo Dios sabe y conoce todo de nosotros nuestro presente, pasado y futuro. Porque no descansar en El.

d.-  Representa el tipo de creyente que cree en Dios; pero no le cree a Él.

Examinemos lo que dice los vs. 23 al 27 del cap. 11 de Juan.

“Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.  Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.  Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

Versos 39 y 40.    “Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
Jesús le dijo: 
¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

Si tú te identificas con Marta, aplica estas palabras a tu fe. “No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios. Ver la gloria de Dios es ver su poder actuando de manera poderosa en tu vida. Créele a Dios, aun en los momentos más difíciles de tu existir. El está al pendiente de ti para dejarte ver su gloria y su misericordia.


II.- Analicemos a María la hermana de Marta y sus características.

Estos tres hermanos eran muy amados por Jesús, se podría decir que era una de sus familias de confianza; pero había una gran diferencia entre ellos, específicamente entre Marta  y María. Se podría decir que Marta es un tipo de creyente carnal y María era muy espiritual. Examinemos a María.

a.-  María representa al tipo de cristiano que siempre está sentado a los pies de Jesús escuchando atentamente sus palabras. Lucas 10:33 y 39.

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 

b.-  Representa al cristiano que no importándole los momentos de pruebas y de aflicciones siempre están dispuesto a buscar el rostro de Dios y postrase a sus pies para adorarlo. Vs 42.

Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

¿A que parte se refería Jesús en este versículo la cual nunca nos será quitada?  Se refiere a Alabar y Adorar a nuestro Señor siempre. Salmos 27:4-6 dice:

 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,

c.-   María representa el tipo de creyente que no escatima esfuerzos físico, ni económico para adorar a su Dios. Lucas 7:37-38 dice.

 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.

Es el tipo de creyente que se levanta de prisa y se postra ante su Se postra ante su Señor.  Juan 12:3.

Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. 

Juan 11:29-32

Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.  Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.  María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. 

d.-  Representa al Creyente que le cree a Dios, que tiene fe en El y sabe que aunque estemos muertos el nos resucitara y si estamos caídos El nos levantara.

III.-  Por ultimo analizaremos al Creyente tipo de Lázaro.

a.-   Representa el tipo de creyente que ha recibido al Señor en su corazón, pero esta cautivo por Satanás y atado y enfermo por causa del pecado.

Veamos Juan 11:1, 4, 6, 11, 14, 17, 38, 39, 40, 43 y 44.

11:1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
11:4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
11:6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
11:14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
11:17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. 
11:38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. 
11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
11:40 Jesús le dijo: 
¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
 11:43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 
11:44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: 
Desatad le, y dejadle ir.

a.-  El sepulcro representa Cautividad.

b.- Estaba mal oliente o podrido su cuerpo.

Así en esa condición esta el hombre que no tiene a Jesús en su corazón. La condición del hombre pecador es hedionda ante su creador. Dice la palabra que todo su cuerpo es una sola yaga.

c.-  La piedra.

 Representa los obstáculos de la vida que te impiden estar frente a la presencia del Señor.

d.- Tenía sus manos atadas.

Las manos representan nuestro obrar, nuestro hacer.
e.-  Tenía los pies atados.

Los pies representan nuestro avanzar en Dios, son tipo del evangelio de la paz. Cuando alguien tiene sus pies atados no puede caminar, no puede llegar a su meta.

f.-  Tenía su rostro cubierto.

Esto es tipo de un creyente con una ceguera espiritual, sus ojos estaban vendados, para que no pudiera ver, no tiene visión.

g.-  Estaba atado por completo envuelto en trapos.

Esto representa la condición espiritual de este tipo de creyente, que aunque es muy amado por Dios esta cautivo, muerto espiritualmente, necesita ser reavivado y desatado.

Si tu vida de creyente se parece a la de uno de estos tres personajes hoy quiero decirte que hay esperanza para ti. Cerca de ti hay una Iglesia con poder y autoridad para encaminarte a buscar un cambio en tu vida.

Dios ha comisionado a la Iglesia para desatar a los que están atados por el pecado, por un vicio, por una costumbre pecaminosa y para ayudarlos a levantarse.

Jesús le dijo a Lázaro “ven fuera”. Así mismo El quiere sacarte de ese mundo de perdición, muerte y podredumbre.

Y les dijo a sus discípulos “ Desatad le y dejarle ir”.

Dios quiere desatarte de todas tus ataduras espirituales, El quiere dejarte ir pero libre de toda aflicción. Acércate a Dios y búscalo mientras pueda ser hallado.


Dios te ilumine el entendimiento y te de Paz.







domingo, 21 de octubre de 2012

UNA MENTE ENFOCADA SE DESPRENDE DE LO MATERIAL


Lucas capítulo 9: 1 - 6 dice la Palabra:

"Habiendo reunido a sus doce discípulos les dio poder y autoridad." "Y les dijo a los discípulos: no toméis nada para el camino; ni bordón ni alforja, ni pan ni dinero, ni llevéis dos túnicas. Y en cualquier casa donde entréis quedad allí y de allí salid. Y donde quiera que no os recibieren salid de aquella ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. Y saliendo pasaban por todas las aldeas anunciando el Evangelio y sanando por todas partes."

 El Señor Jesús les dio a sus discípulos poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades, y los envió a predicar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Bien importante esta dotación de poder.

Pero yo quiero hablar de otras cosas más importantes todavía. Yo quiero hablar hoy acerca de una actitud. Una disposición mental, espiritual que nosotros necesitamos cultivar y que el Señor quiere que nosotros cultivemos y adoptemos para poder ser siervos efectivos del Reino de Dios. El Señor quiere que tú y yo adoptemos una mentalidad, una forma de ver el mundo, la vida que es extremadamente importante para poder llevar a cabo las tareas, las labores que Él quiere que nosotros llevemos a cabo. Y de eso se trata este pasaje.

Normalmente uno tomaría este pasaje y lo enfocaría desde la perspectiva del poder y la autoridad que recibieron los discípulos, y ciertamente eso es tremenda mente importante. Porque nosotros que creemos en el Espíritu Santo y su vigencia para nuestros tiempos, sabemos que cuando nosotros entramos al Evangelio y somos llenos del Espíritu Santo y cultivamos los dones del Espíritu, recibimos poder, recibimos autoridad. La vida cristiana es una vida de poder y de autoridad.

Nosotros no somos llamados al Evangelio para seguir ahí soportando y aguantando, y apretando los dientes mientras recibimos golpes del diablo y de la vida. Hay muchos enfoques del Evangelio, que reflejan esa capacidad de los hijos de Dios para resistir, aceptar lo que Dios nos envía y simplemente vivir la vida obedientemente, mansamente, con las enfermedades, los sufrimientos de la vida y como que enfocan que en eso consiste verdaderamente el poder de la vida cristiana. Poder para resistir y aguantar.

Pero lo que yo veo en la Palabra es que Dios nos llama a una vida de poder para vencer y para avanzar, para conquistar y para sobreabundar. El apóstol Pablo dice que antes en todas estas cosas somos más que vencedores.  Eso es tan cierto y es muy importante que nosotros entendamos esto: cuando Cristo nos llama al Evangelio, nos llama para vivir una vida de victoria sobre las circunstancias, las carencias, las enfermedades, las necesidades, las ataduras de la mente, de las emociones, el pasado que nos quiere asediar y todas estas cosas. Cuando tú entres al Evangelio entra con la expectativa de ser bendecido y prosperado.

Pero hay algo que el Señor quiere que tú pongas como el fundamento de esa vida de poder y de autoridad. Hay una condición, hay una infraestructura que está debajo de ese poder que Él quiere darte. Y eso es verdaderamente lo que yo veo en ese pasaje. Los tres pasajes, las tres versiones en los Evangelios donde está este primer envío de los discípulos. Porque según la Escritura, es el momento en que el Señor le dice a los discípulos: ahora es tiempo de que pongan en práctica lo que ustedes han sido enseñados, lo que han recibido de Mí, las instrucciones. Y ahora Yo los voy a mandar para que ustedes aprendan  cómo se hace el ministerio, cómo se lleva a cabo el trabajo de la evangelización de las naciones.

Y Él los manda a una prueba de fuego, a un experimento para que ellos puedan aprender algunas cosas. Él los envía a que pongan en práctica los valores del Evangelio, lo que han recibido. Y dice que los capacitó, les dio poder, autoridad para sanar enfermos, para liberar cautivos y para proclamar el Reino de Dios. Hay una tarea grande que el Señor quiere para nosotros. Y yo sé que el Señor quiere poder y autoridad para nuestras vidas. Pero hay una pre condición  hay una actitud que Él quiere cultivar en nosotros y que yo quiero marcarles en este día, con lo que verdaderamente este pasaje nos quiere enseñar.

Este pasaje nos muestra que hay una actitud fundamental que debemos cultivar a fin de poder llegar a ser verdaderos siervos de Jesucristo. ¿Dónde encuentro yo ese sustrato, esa base que tiene que tener el poder de Dios en nuestras vidas para que el poder de Dios se pueda manifestar legítimamente, auténtica mente de manera que el diablo no lo pueda resistir ni pueda subvertirlo, ni Dañarlo  ni afearlo. ¿Qué se necesita para que tú y yo podamos verdaderamente usar el poder y la autoridad de Dios como Dios quiere que lo usemos, a la manera del Reino?.

Está en el versículo 3, donde el Señor les dijo a los discípulos: "No tomen nada para el camino. Ni bordón ni alforja, ni pan ni dinero, ni lleven dos túnicas." Ahí está lo que el Señor quería que estos hombres y mujeres adoptaran como su modo de operar. Para recibir poder y autoridad, para poder anunciar el Evangelio auténtica mente  para poder hacer el trabajo del Reino de Dios en una forma sostenida sin que el enemigo pueda venir y dañar lo que nosotros estamos haciendo. Sin que él pueda venir y entonces distorsionar la manifestación del poder y la autoridad que hemos recibido, se requiere algo.

Y antes de yo decirles qué es, si usted ya no lo ha descubierto, déjeme decirle algo. A través de la historia la Iglesia de Jesucristo ha recibido poder muchas veces. Ha recibido dominio sobre las naciones muchas veces, y cada vez se ha corrompido y le ha entregado su autoridad a Satanás. El diablo la ha podido engañar y ha subvertido esa autoridad que ha recibido. Cuando la Iglesia se ha movido en el poder y en la Gracia de Dios, ha habido bendición.

Cada vez que la Iglesia obra en una forma legítima y usa los valores del Reino de Dios recibe poder, autoridad y gracia. Pero el problema está en que cada vez que la Iglesia recibe ese poder con el poder vienen propiedades, riquezas, influencia, las masas vienen. Viene la gente poderosa del mundo. Acuden los profesionales, acuden los reyes y las autoridades, vienen, entran a la Iglesia porque Dios le da ese poder a la Iglesia. Pero si la Iglesia no está preparada en su configuración interior y en sus actitudes, y en sus valores, esa misma autoridad y ese mismo poder, y esa misma influencia y prosperidad se convierten en una maldición para la Iglesia. Y entonces la Iglesia pierde su sabor. Como la sal entonces dice el Señor que ya no sirve para nada excepto para ser botada si pierde su sabor.

¿Cómo ha sido eso?. Por ejemplo los historiadores claramente reconocen, más o menos en el siglo IV de la época después de Jesucristo. Constantino, el gran emperador se convirtió, y la Iglesia cristiana pasó de ser una Iglesia perseguida, aunque creciente a ser la religión oficial de Roma. Constantino se convirtió al Señor y con él se convirtió toda su corte, todos sus soldados, la gente importante del tiempo se convirtieron. Y la Iglesia pasó a tener autoridad. Pero con esa autoridad, con esa prosperidad vino también la corrupción.

Vino la pérdida de la legitimidad y de los valores del Reino de Dios. Y entonces la Iglesia comenzó a corromperse. Vino la gente poderosa, vino la gente culta, y la Iglesia para poder darle lugar a esa gente comenzó a cambiar los valores del Reino de Dios. Y esa Iglesia se convirtió en una Iglesia muy influyente pero una Iglesia corrupta que no reflejaba los valores del Reino.
El Evangelio siempre se ha nutrido de gente nueva que viene y renueva a los que se han corrompido. Pero yo creo que el problema está en que no ha habido una formación adecuada del liderazgo de la Iglesia que esté capacitado para resistir ese proceso de seducción que se desata cuando el mundo llega a nosotros como producto del poder que Cristo nos da.

Yo creo que lo que pasa es que no hemos sido preparados en nuestro interior primeramente. No hemos sido sellados con la actitud que conviene a un siervo de Dios con respecto a las cosas materiales y a las cosas de este mundo, y a los valores de este mundo, y a la seguridad que nosotros buscamos, y al apetito por las riquezas y las cosas del mundo.

Y entonces muchas veces usted ve que los siervos de Dios y las Iglesias están predicando el Evangelio pero desgraciadamente es un Evangelio corrupto que tiene sabor a carne y a mundo. Y por eso es que usted ve tanto de este Evangelio de prosperidad fácil, dame tu dinero y Dios te va a dar una casa grande, y te va a dar un carro y un trabajo. Hemos falseado la verdadera prosperidad del Reino de Dios y yo creo en un Dios que prospera y bendice. Cuando el Reino de Dios viene es para bendecirnos y prosperar nos  Pero lo importante es lo que está dentro de tu corazón.

Si tu corazón se apega a las cosas materiales. Si en tu corazón no ha habido una muerte a los afectos del mundo tú estás crudo todavía. Entonces cuando venga la bendición a tu vida y venga la prosperidad a tu vida, y vengan las propiedades a tu vida, y vengan las bendiciones materiales esas posesiones te van a poseer a ti en vez de tú poseer-las a ellas.

Yo creo que el Hijo de Dios tiene que pasar por un proceso. Que si viene la prosperidad a su vida, vienen los logros académicos o la influencia o el poder gubernamental o lo que sea, esa persona debe haber pasado por un proceso en que Dios haya matado en él o en ella el apego a esas cosas. Y entonces esa persona la usa y las disfruta pero como si no fueran de él, sabiendo que no le pertenecen y sabiendo que así como vinieron, así también se pueden ir. Uno las usa y las aprovecha pero livianamente sin posar su afecto sobre ellas.

Entonces si Dios te da una casa linda, tú la disfrutas. Pero si un día pasa algo y tú pierdes esa casa, tú sabes que Dios sigue sentado en Su trono amándote como te amó cuando te la dio. Y tú dices como Dios dio, Dios quitó, sea hecha la Voluntad del Señor.

Si Dios te da un trabajo extraordinario tú lo disfrutas, tú inviertes en él, inviertes tu creatividad en él. Aprovechas el beneficio que ese trabajo te da. Pero tú sabes que si un día el Señor te dice: ¿sabes qué?, ahora te necesito para que me sirvas a tiempo completo. Ese trabajo tú tienes la suficiente distancia de él emocionalmente que tú puedes decir: ok Señor, ¿cuándo me quieres?, listo. Y si tienes que dejarlo lo dejas, si tienes que reducir tu estilo de vida a lo básico lo haces, porque tu trabajo no te posee a ti, tú eres dueño de tu trabajo. Y si el Señor te lo pide tú se lo das.

Porque tú sabes que este mundo es pasajero y tú has pasado por un proceso donde tú estás viviendo aquí pero no eres de aquí, tú estás viviendo en el mundo pero no eres del mundo. El mundo no te controla, no te posee. Tú eres señor del mundo y te mueves en él, disfrutas de la creación, pero la creación no te gobierna a ti. Y eso es lo que el Señor quiere en nuestras vidas.

Dios quiere una postura donde las bendiciones vienen pero nosotros no nos apegamos a las posiciones y a las bendiciones que vienen de Dios. Y yo veo siempre en la Escritura que Dios quiere siempre llevarnos a ese punto de despojamiento y de despegue de las cosas materiales. Y eso es lo que yo veo. ¿Por qué el Señor les da autoridad?.

Mire, Dios le puede dar autoridad y poder a su Iglesia porque eso viene de Él y Él se lo cede y se lo transfiere a sus siervos, y Él lo hace por decreto casi por así decirlo. Los discípulos en un momento cuando el Espíritu se posó sobre ellos el día de pentecostés instantáneamente fueron cambiados. De ser gente cobarde y pequeñita, y asustada y huyendo de los que crucificaron al Señor, de momento se convirtieron en leones. Y el mismo Pedro que negó a Jesucristo tres veces ahora anuncia y le dice a todo el mundo: es mejor obedecer al Señor que obedecer a los hombres. Así que si no les gusta también es malo, yo voy a predicar el Evangelio de todas maneras.

Y se llena de coraje y de valor, y la Iglesia se convierte en una fuerza arrolladora, ¿por qué?. Porque Dios les transfirió poder a través del bautismo del Espíritu Santo. Pero hay algo que yo creo que Dios no lo hace de esa manera, Él escoge no hacerlo así, y es propiciar en nosotros la actitud de un siervo despegado de la materia y de las cosas del mundo. Y eso tiene que darlo a través de un proceso de formación en nosotros que con el paso del tiempo, nosotros cada día vamos despojándonos cada vez más y más de esa actitud que tiene el hombre típico, común y corriente,  mi vida es todo, los amigos, el dinero, el disfrute de las cosas materiales y sensuales, la ropa,  las cosas, sociales, el prestigio, el buen carro, la casa bien adornada, la ropa fina.

Tiene que llegar el día en que todas esas cosas pierdan su fascinación para ti. Las puedes usar, puedes disfrutar de ellas, pero sabes que eso no tiene vida, eso no eres tú, tú eres más que esas cosas. Y si no las tienes amén, puedes ser feliz. Si las tienes estás dispuesto a entregárselas al Señor cuando Él quiera. Y yo veo a través de la Escritura una y otra vez que Dios quiere pasarnos a través de procesos que vayan diluyendo y adelgazando esos hilos que el mundo tiene amarrados alrededor de nosotros, una y otra vez.

Para que un hombre o una mujer pueda ser usado con autoridad, necesita primero pasar por un proceso de crucifixión, de despojamiento del yo, del apetito a las cosas materiales, de poner sus tesoros donde tienen que ir, de amar más el Reino de Dios y la eternidad que las cosas del mundo y de la materia.

Piense por ejemplo en Abraham: Dios le dio a Abraham un hijo a los cien años. Después de Veinte y Cinco años de prometérselo. A los Setenta y Cinco años este hombre cree que se va a ir a la tumba sin heredero, y su esposa por igual. Y les dice te voy a dar un hijo, y lo pone a cocerse 25 años a fuego lento antes de dárselos. Y después que se los da, cuando este hijo es un adolescente, que ha aprendido a amarlo bien con el amor de un viejo, le dice: ahora dame tu hijo y mátamelo, y sacrifícamelo. ¿Usted se imagina la atrocidad, qué pasó en el corazón y la mente de Abraham cuando él tenía que llevar a su hijo a ese monte para sacrificarlo y matarlo?

Pero Abraham dijo: bueno Señor, si eso es lo que Tú quieres, no lo puedo entender pero si eso es lo que Tú me pides yo te lo voy a dar. El Señor quería llevar a Abraham hasta ese punto de estar dispuesto a darle lo que él más amaba. Toda su vida estaba cifrada en ese hijo, su afecto, su descendencia, las promesas que el Señor le había dado a Abraham, todo eso estaba cifrado en ese joven y Dios le permitió pasar por ese proceso. Hasta que en el mismo momento de meter el cuchillo a su hijo, Dios envía a su ángel y le dice a Abraham: detente. Como estuviste dispuesto a darme tu hijo, tu único hijo, Yo te daré una descendencia que si se pueden contar las arenas del mar y de la playa se podrá contar tu descendencia.

Y Yo te voy a dar influencia, y vas a ser de bendición a las naciones. El que te maldiga Yo lo voy a maldecir, el que te bendiga Yo lo voy a bendecir. Y las naciones se gozarán en llamarse descendientes tuyas como nosotros aquí hoy, qué bueno que somos descendientes del padre de la fe, Abraham, a través del cual vino Jesucristo. Pero todo comenzó con un momento de muerte donde Abraham tuvo que darle lo que él más apreciaba a Dios, en su corazón, en su mente, porque es allí donde se tiene que dar ese proceso. No necesariamente en la materia.

Es que en nosotros tiene que haber ese despegue, desde adentro. Y yo veo eso en toda la Escritura.  Miremos la parábola del Joven rico, un hombre de dinero y de influencia social. Algunos creen que era miembro del sanedrín religioso. La gente lo veía como una persona de prestigio. Y ese joven hombre en la plenitud de su hombría se acerca a Jesús con una necesidad imperiosa, lleno de ansiedad. Dice que vino corriendo y se tiró a los pies de Jesucristo y dijo: Señor, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?  No sabía qué debía hacer, estaba abrumado por la incertidumbre acerca del futuro.

El Señor lo mira, y como el Señor tiene unos ojos de taladro, enseguida fue al centro de su corazón, donde Él sabía de qué pie cojeaba este joven. Y le tendió una trampa. Y le dijo: bueno, no hay problema, qué bueno que estás interesado en las cosas del Reino. Mira lo único que tienes que hacer es: Guarda los mandamientos, pórtate bien, y estudia la Biblia y ve a la Iglesia. Y le dice: pero Señor si eso yo lo he hecho desde que era chiquito. Es más: yo soy pastor, soy predicador, soy miembro del Concilio de Iglesias de la Asamblea de Dios. Eso yo lo he guardado desde mi juventud dice él, y no me ha dado satisfacción.

Porque es lo que yo les digo hermanos: usted puede ir todos los domingos a la Iglesia. Saltar, dar dinero. Pero es lo que se da en la mente, en el corazón, en las emociones, en la voluntad, eso es lo que cuenta. Para el Señor no es tanto el hacer como el ser. El ser nace del ser. Lo que tú obras nace de lo que tú eres y de las obras que Dios ha hecho dentro de ti. El trabajo más difícil de la vida cristiana es lo que se da dentro de mí. Lo que nadie ve. La formación de mis estructuras de mi cerebro, mi mente, mi voluntad, mis emociones. Eso es.

Porque de ahí es que nace todo lo demás, esa es la fuerza motriz del ser humano. Si tus emociones están bien, si tu espíritu está bien, si tu mentalidad está alineada con el Reino de Dios lo que salga de ti va a ser bueno. Dice el Señor que esta lleno el corazón habla la boca. Y dice de lo que está en el corazón es que nacen todas las cosas. Los homicidios, los crímenes, la opresión, el robo, todo nace de lo que está dentro del ser humano. Por lo tanto lo primero que Dios quiere trabajar con nosotros es nuestro ser interior. Nuestros afectos, prioridades, apetitos, a qué le damos importancia, qué es lo prioritario en nuestra vida.

Entonces cuando el Señor le dice al joven este y el joven le contesta: yo hago todo eso. Todos los domingos voy a la Iglesia, yo dirijo la alabanza en la Iglesia. Yo predico de vez en cuando, yo soy miembro de la junta de diáconos. Y el Señor le dice: ah bueno, gracias por informarme. Entonces una sola cosa te falta, ¿sabes qué?, no hay problema, como ya tienes todo eso hecho, solo una pequeña asignación te voy a dar. Toma todo lo que tienes, todo tu dinero, y todas tus posesiones, las casas que tienes, los carros, véndelo todo. Haz una gran subasta o véndeselo al banco, lo que sea, y todo el dinero regálaselo a los pobres. Y entonces ven y sígueme, y hallarás la paz y la respuesta que tú necesitas.

Le dio exactamente en el centro de su corazón. Lo alcanzó en su mente, donde estaba su tesoro. Él le dirigió ese cohete, ese misil directamente ahí, a la esencia misma de sus apetitos y lo que él más valoraba, su dinero. Y esta es la cosa hermanos, que hasta que Dios no llega a instalarse en lo que nosotros más amamos no podemos verdaderamente decir que somos discípulos de Jesucristo.

Dice la Palabra que este joven al ser confrontado con esa asignación que Dios le daba, dice que se volvió a su casa cabizbajo y triste porque no tenía el valor para hacer lo que Cristo le decía que hiciera. El Señor mientras lo veía regresar a su realidad decía: ah, qué difícil es para un rico entrar en el Reino de los Cielos.

Usted puede ser rico en energía de cualquier tipo. Buen humor, un humor de esos picante que a la gente le encanta cuando están en las fiestas pero no es lo que a Dios le place, y usted no quiere entonces Dios dice: ok, no hay problema. ¿Dónde está nuestra riqueza? Eso es lo que leímos, donde está tu tesoro ahí está tu corazón. Y el Señor quiere ir a tu tesoro y que le firmes un vale donde diga: eso me pertenece a Mí. Y entonces cuando usted hace eso, le entrega a Dios lo que más ama, el Señor dice: ahora tú y Yo podemos trabajar, ahora Yo te puedo usar. Ahora el diablo no va a poder hacer estrago en tu ministerio y en tu vida. Yo creo que esa es la manera legítima de emprender un ministerio y un servicio al Señor. O en cualquier aspecto en nuestra vida.

 Dios quiere formarte. Entonces, ¿por qué le dijo el Señor: no vayan? Si ustedes van a servirme en este viaje misionero, no lleven dos túnicas. No lleven dinero, lleven lo absolutamente necesario. No lleven comida ni dinero, ni alforja ni bordón para el camino ni nada. ¿Por qué dos túnicas? Porque dos túnicas reflejan como la seguridad que uno tiene.

Porque uno siempre está pensando en la conveniencia, en todas las cosas que pueden surgir. Y el Señor les dijo a los discípulos ¿saben qué?, yo quiero que ustedes se despojen de todos los andamios de seguridad que uno usa en la vida.

Y Yo quiero comenzar a forjar en ustedes un aprecio por la simple dependencia de mi provisión. Yo quiero que ustedes aprendan a confiar en mí, y a confiar que si Yo los mando a algo y ustedes dependen de Mí no les faltará nada en el camino. Así que no me lleven nada. Váyanse y confíen en mi provisión para el camino.

Y así es que nosotros tenemos que hacer. La vida es un camino. A ti te faltan todavía muchos años por vivir, y tú tienes que creer que Jehová es Tu proveedor. No te faltará nada para el camino. Y entonces tú tienes que vivir, no dependiendo de la cuenta del banco, de las amistades, de tu astucia, de tu preparación. Tú depende del Señor, tu confianza está en el Señor. Él es quien te va a proveer para el camino. Y yo te digo algo, si tú aprendes a vivir con una dependencia feroz y militante para con Dios, el Señor no te va a faltar ni un sólo segundo de tu vida. Cultiva esa dependencia del Señor.

Y cuando el Señor te diga: despójate. Porque Yo tengo otros intereses, y dame tu propiedad, y dame tus dones, y dame tu talento, lo que sea, entrégaselo al Señor, lo que sea, porque Dios es tu Proveedor. Y de donde eso vino vendrá más. Dios te puede proveer.

Dios quiere crear un pueblo usado por Él. Yo creo que Dios tiene cosas verdaderamente extraordinarias para ti y para mí en el futuro. Pero Él quiere forjar en nosotros una mentalidad de discípulo. Una mentalidad de una persona que ha muerto al yo, a la necesidad y que vive para el Reino de Dios. Mira, la misericordia de Dios, las provisiones de Dios no tienen fin, no tienen término.

Hazte un instrumento en las manos de Dios, pon tu afecto en el Reino y el Señor nunca se cansará de bendecirte.

 ¿Qué pasó con la historia de los discípulos al final de todo, cuando ellos fueron a su trabajo? Predicaron el Evangelio, hicieron como el Señor les dijo, no llevaron dinero, no llevaron nada. Mire lo que pasó: días después, en Lucas capítulo 22, versículo 35, vemos al Señor otra vez con sus discípulos, y dice aquí: "Y les dijo a ellos: cuando Yo los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo?” Mire la pregunta.

Cuando Yo los envié sin dinero, sin tarjeta de crédito, sin una computadora donde tú puedas transferir dinero o lo que fuera, cuando Yo los envié solamente dependiendo de Mi misericordia, Mi Gracia y Mi provisión a hacer el trabajo del Reino, ¿les faltó algo? ¿Fallé algo en mi promesa? Y ellos dijeron: nada, no nos faltó nada.

Hermanos, si el Señor te promete una vida bendecida, no dudes. Lánzate a vivir la vida y a trabajar para el Reino y ser un instrumento, un canal de la Gracia de Dios. Vende, regala, presta, invierte, despójate, da, a derecha y a izquierda, reparte a siete y a ocho porque el Señor no se cansará de bendecirte. Nuevas son sus misericordias cada mañana.

Dios te bendiga!!!

miércoles, 17 de octubre de 2012

MENSAJE DE JESÚS PARA LOS PASTORES


Escribo esta palabras que llevan una revelación para aquellos que pastorean, pero que quieren que los que empiezan lleguen a ser formados a la estatura de Cristo, no menos, como dice La Escritura. 

Para aquellos que aman a sus hermanos aun siendo ya ancianos en la fe, y se humillan a llevar la carga de ellos, como nos pide Cristo; tomad mi yugo sobre vosotros..., y toma tu cruz cada día y sígueme...

Las palabras de Jesús antes de subir al cielo fueron definitivas: ¿Me amas?. Él necesita que Le amemos como nosotros necesitamos Su amor, y desde luego ese amor hay que demostrarlo tal y como Él mismo nos pide, y si nos lo pide El Rey de Reyes, cuanto más nosotros que somos débiles necesitaremos de ese amor. 

Recordemos que la fe le fue revelada a Simón. Pedro representa la piedra de fe que nosotros debemos ser para que Cristo edifique en nosotros, y es por eso que el Señor le pregunta a Pedro si le ama, para que se haga extensivo a todos los que como él recibimos esa fe en Jesucristo el Hijo de Dios. Tras esta edificación, se eleva la persona a una altura espiritual en la que la base es el amor, ese amor de Dios que por naturaleza no llevamos dentro y sin el cual el pueblo de Dios no puede permanecer unido. 



JUAN CAPÍTULO 21.
15Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás,  ¿me amas más que éstos?  Le respondió: Si, Señor; tu sabes que te amo.  Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Si, Señor; tu sabes que te amo.  Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás,  ¿me amas?  Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.  Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

La sencillez de las palabras de Jesucristo son sin duda de un poder y de una profundidad incomparables,  Él siempre habla con sencillez y autoridad.


La enseñanza de este Texto es una joya educativa sobre comportamiento para el hombre cuando entiende que ha de servir como embajador de Cristo,  y que su labor va a ser dividida en tres facetas: la de pastorear,  la de apacentar y  la de llevar la carga de la intercesión para traer amor del Padre a los hermanos, como nos enseña nuestro maestro el Señor Jesucristo en el sacerdocio de todo hombre.


Primero, cuando Jesús pregunta a Simón si le ama, debemos ponernos en la situación de Simón, cada uno de nosotros.

La primera petición es que apacentemos a los corderos, pero esos corderos son los hermanos que también se ofrecen como sacrificio, hermanos con experiencia espiritual, por eso les llama corderos, como Él es el Cordero de Dios. 



Llama la atención que nos pida que apacentemos que significa dar el pasto, el alimento, sin embargo estos corderos o ancianos, ya conocen a Cristo, ya van directamente a Aquel que es nuestro alimento, conocen la Palabra de Dios y toman el Pan, ¿entonces por qué nos pide Cristo que alimentemos a nuestros hermanos ya experimentados, o se referirá a otro tipo de pasto, o alimento espiritual?

Que pongamos nuestra vida, nuestra alma por los hermanos que también interceden. De este modo la carga se comparte entre los que se dedican a apacentar la grey de Dios. Este es el alimento que podemos llevar a nuestros hermanos ancianos, el amor de Jesucristo y las revelaciones, sueños y visiones que Dios nos da. Que sobrellevemos los unos las cargas de los otros y cumplamos así la ley de Cristo. Gálatas 6:2.

Pero Jesús nos enseña aún más, porque nos vuelve a preguntar, ¿me amas?, entonces cuando nuestro corazón dice: Sí, te amo, entonces Él nos pide: pastorea mis ovejas.

El Señor nunca se olvida, como nosotros no debemos olvidarnos de algo necesario, si estamos hablando entre quienes ya son ancianos en las cosas del Señor, cómo no nos vamos a dedicar también a pastorear a los que están creciendo en el Espíritu, y a los que hay que traerles la salvación porque estén buscando a Dios, que hagamos obra de evangelista, para que corra el Evangelio y se salven los más posibles.

Lógicamente el Señor pide que aquellos que se dediquen a la predicación y al pastoreo, primero sean Sacerdotes en la intimidad con Dios y estén dispuestos a tomar carga por sus amigos en Cristo y que a continuación enseñen a los que empiezan a ser hermanos dispuestos a amar a su Señor del mismo modo y también a los hermanos, porque solo así se puede comprender cuanto necesitamos los unos de los otros y fortalecer al pueblo de Dios.

Una vez ya hemos comprendido lo que es llevar nuestra propia cruz por amor de Jesucristo y sobrellevamos los unos las cargas de los otros por amor a los hermanos que ya están edificados como templos del Dios Vivo, nos falta el último paso, el de mayor carga: Jesucristo nos pregunta la tercera vez, ¿me amas?, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo, mi Señor, ¿qué debo hacer para que veas que te amo?; Apacienta mis ovejas.



Las ovejas son pastoreadas, los corderos apacentados, pero notemos que no se nos pide pastorear a los corderos. Entiéndase que espiritualmente se comienza como oveja, se sigue a un pastor para crecer y llegar a ser cordero que intercede por los demás, que se sacrifica a Dios cada día en sacerdocio santo, agradable a Dios en su intimidad con Dios, en el yugo de Cristo.

Amados hermanos, debemos darnos cuenta que los que aún son ovejas, tienen la mayor debilidad espiritual, son los que más fácilmente tropiezan, pero no nos debe importar, también los ancianos fallan, porque cuando yo era oveja me acuerdo que me faltaba mucho por aprender y era carga para mis pastores, y fallaba, y me revelaba, etc, hasta que Cristo fue formado en mi. ¡Cuánto dolor de cabeza les fui a ellos!

Por esto es necesario que liberemos de sus cargas a los que empiezan, que ya vemos que son Cuerpo de Cristo, para que no dejemos solo a Jesús llevando la carga de la Iglesia, que es su Cuerpo, sino que nosotros llevemos también esa carga con Él, que tomemos Su yugo, que tomemos nuestra cruz, pues en esto tenemos mandamiento, y es mandamiento de amarnos unos a otros, y a Dios, este es el principal y más importante mandamiento.

Ofreciendo nuestra alma a Dios por aquellos hermanos más pequeños que quieren crecer en el Espíritu, veremos como resultado un crecimiento en el Cuerpo de Cristo. 

La coyuntura del amor de Dios así no fallará. Este es el camino estrecho por el que hay que caminar, pero  hermanos no teman, Él estará con nosotros al otro lado del yugo, porque así se llama Él:  El Que Es contigo, y Dios con nosotros.
¿Me amas más que éstos?  Nos pregunta Él. 

...En esto conocerán todos que sois mis discípulos si tuvierais amor los unos con los otros...   Juan 13:35.



lunes, 15 de octubre de 2012

¿ES EL DIA DE HALLOWENN UN JUEGO O UNA TRAMPA?



Sabias qué?

El día 31 de Octubre de cada año se celebra en muchas partes del mundo el día de las brujas o hallowenn. Esta es una fecha  en la que Satanás ha Hipnotizado la mente de los hijos de desobediencia para que se hagan participes del mejor de los días para  El recibir poder de la humanidad.

Un día como este muchos años atrás antes de Cristo se acostumbraba a ofrecer niños en sacrificio a una entidad representante del diablo en la tierra llamada Moloc. Los niños eran echados al fuego vivo en una hoguera que se ejecutaba frente a la estatua de este ídolo.

Moloc,  es un demonio que se alimenta de la carne de los niños para expandir su poder sobre las generaciones futuras. El es otra manifestación de Baal, quien a su vez es una manifestación directa de Satanás.

Un día como este desaparecen muchas personas en todas partes del mundo, especialmente personas que no tienen familias, personas desamparadas. Estas personas que no tienen quien los reclame son presa fácil del sacrificio humano para Satanás.

 Los seguidores del culto a Satanás aprovechan este día para secuestrar y desaparecer con fines de sacrificarlos en un ritual de renovación de pacto con las tinieblas que se lleva a cabo a las 12 de la noche del 31 de Octubre de cada años en lugares clandestinos, templos y logias satánicas.

Como una imitación al proceso de redención que llevo a cabo Jesús con la humanidad, Satanás usurpa el método del sacrificio para recibir poder del hombre a través de esta fiesta pagana.

La costumbre enseña que el día de las brujas los niños se deben disfrazar de demonios y de otras figuras generalmente atrayentes a los espíritus de maldad, para así visitar casa por casa en su vecindad estableciendo un pacto inconsciente con las tinieblas. 

Tocan las puertas de las casas pidiendo dulces y golosinas a cambio de un truco, de ahí viene la palabra ¨tric o trip´ que significa,  trato o truco. 

Cuando las personas entregan los dulces a los niños, automáticamente hace un acuerdo o un pacto con la entidad representada en el disfraz del niño o la persona que sin  saberlo se convierte en intermediario del diablo para obtener legalidad sobre este hogar que engañada mente acepto el truco y firmo el pacto.  

Luego de efectuada esa transacción espiritual en alguna parte del mundo muere un niño o un desamparado como cobro y consecuencia de ese pacto.

Según fuentes investigativas secretas, nueve meses antes de este día los satanistas escogen una joven virgen, la violan sexualmente entre varios hombres hasta determinar que esta quede embarazada, luego durante los meses de gestación, esta joven es mantenida encerradas bajo cuidados especiales, hasta que se  aproxime la fecha del día de hallowenn,  cuando le extraen la criatura y matan a la madre para luego sacrificar la criatura en el ritual de hallowenn.

Normalmente estas Jóvenes son hijas de miembros de la comunidad satánicas, que no han sido declaradas por sus padres o hijas obtenidas fuera del matrimonio, jóvenes desaparecidas sin dejar rastro o hijas de monjas y  sacerdotisas satánicas que han sido violadas.

Cuidado con hacerte participe de esta celebración, ya que Satanás no necesita que lo dejen entrar, el entra sin ser invitado a través de estos engaños. Esta fiesta que parece ser un juego de niño puede ser una sigilosa trampa del diablo para cautivar tu alma.

Satanás se ha propuesto destruir todo lo que Dios ha bendecido, especialmente la unidad familiar. El está determinado a acabar con la humanidad y su objetivo principal son los niños.

Cuidemos a nuestros niños y a nuestros jóvenes, ya que ellos son los que tienen en sus hombros la responsabilidad de hacer con el diablo lo que las iglesias dormitan tes de hoy día no han podido lograr, que es colocarlo por debajo de sus pies.

Dile no a hallowenn e investiga en la Biblia sobre las fiestas que instituyo y que celebro Jesús y cuando conozca de ellas sigue el ejemplo del maestro  y te aseguro que si somos imitadores de Él, también seremos vencedores como El.

Dios te cuide y te proteja!!!