Bueno,
consideremos primero un par de
maneras en las que no crece una Iglesia. Una
Iglesia no crece:
1. Porque tenga un lindo edificio. Puede ser que algunas personas
lleguen para admirar las instalaciones, pero no se quedarán mucho tiempo. Un edificio puede servir como instrumento de ministerio para una Iglesia, pero no
producirá crecimiento por su propia
cuenta.
2. Tampoco crece una Iglesia
simplemente porque tiene un buen letrero.
Cuando
Yo tuve la primera experiencia de levantar una
Iglesia, en el Condado del Bronx,
New York, recuerdo muy bien
que me esforcé por conseguir un letrero bonito
para poner al frente de la Iglesia. El
rotulador se demoraba, y yo me comuniqué con él varias veces para
animarle a terminar el trabajo. ¡Por fin
se terminó el letrero, y lo colocamos frente a la Iglesia!
En los meses siguientes, ¡sólo una persona llegó
a la Iglesia porque vio el letrero! Y para colmo, estaba
buscando una iglesia católica para bautizar a su bebé. Es importante
tener un letrero para identificar a la Iglesia, pero no es de
esperar que la
gente llegue simplemente por ver el letrero.
3. No crece por un servicio avivado,
por un sermón bien preparado.
4. No crece porque tenga un pastor muy
simpático y carismático.
Cómo,
entonces, crece una Iglesia?
La
respuesta es sencilla: una Iglesia crece cuando sus miembros comparten a Cristo. Volvamos a los comienzos del ministerio de Jesús
para ver cómo funcionó este principio entre sus primeros
seguidores, en un proceso que llamaremos operación Andrés. El
proceso que veremos sigue funcionando hasta el día de hoy. Abramos
la Biblia en Juan 1, y leamos los versos 40-42.
1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de
los dos que
habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le
dijo: Hemos
hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús,
dijo: Tú eres Simón,
hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que
quiere decir, Pedro).
Esta es la primera vez que Andrés y Simón Pedro
conocieron a
Jesús.
Se dio así: Andrés había sido seguidor de Juan
el Bautista. Un día, él estaba con Juan cuando Jesús pasó. Juan
lo reconoció y declaró: ¡Aquí tienen al Cordero de Dios! Andrés
entonces siguió a Jesús, y conoció el lugar donde se hospedaba.
Al día siguiente, fue a buscar a Pedro, y le dijo:
¡Hemos encontrado al
Mesías!
La llegada del Mesías era un tema candente entre
los judíos. Todo el mundo estaba a la expectativa de la
llegada del Salvador prometido, aunque tenían conceptos diferentes de
lo que El vendría a lograr. Andrés no entendía mucho
acerca de Jesús. ¡Tenía apenas un día de haberlo conocido! Sin
embargo, él fue a buscar a Pedro para contarle acerca de Jesús y
llevarlo a El.
El ejemplo de Andrés nos enseña algo muy
importante: Cuando
conoces a Jesús, debes compartirlo con otros.
Nosotros compartimos muchas cosas con los demás. Si
descubrimos un buen restaurante, se lo recomendamos a nuestros
amigos. Si encontramos una tienda con buenos precios, se lo
contamos a todo el mundo. ¿Por qué, entonces, no compartimos a
Cristo con los demás?
Una de las razones más comunes que se escucha es
ésta: "Tengo
que aprender más. Todavía no sé lo
suficiente". A veces sentimos que no vamos a poder contestar las preguntas que
las personas nos hacen, o que nos vamos a quedar en ridículo
si no podemos convencerles.
Me llama la atención el hecho de que Andrés fue
al día siguiente
para buscar a Pedro. El podría haber dicho:
"Necesito seguir a Jesús durante algunos meses, por lo menos, antes
de hablarle a otra persona acerca de El. Todavía no sé lo
suficiente". Pero ¡ésta no fue su reacción! En lugar de fijarse en
lo que no sabía, él compartió con Pedro lo que sí sabía -
y lo llevó a Jesús.
Creo sinceramente que el enemigo hace todo lo
posible para mantener callados a los nuevos creyentes y aun a
los viejos. Es que, cuando tú llegas a
conocer a Cristo, tienes una gran red de conexiones y relaciones con personas que no lo conocen. El enemigo
sabe que, si tú te pones a hablarles de
Cristo, él puede perder a varios - y no
solo a ti.
Es por eso que él ha inventado varias mentiras
para mantenerte
callado acerca de tu fe. Por ejemplo: "El
evangelismo sólo es para los pastores. Si no has estudiado en el
seminario, no puedes evangelizar." ¡Mentira! O qué tal
éste: "Tienes que esperar hasta que seas maduro y tengas una vida
perfecta para
hablar de Cristo. "
Andrés fue al día siguiente para compartir con
Pedro lo que había descubierto. No es necesario esperar. No
tienes que conocer todas las respuestas. No tienes que ser
un creyente maduro para compartir a Cristo con tus amigos.
Si tú le has llegado a conocer, ¡comparte lo que ya sabes!
Compartir a Cristo no es sólo un deber. Cuando
compartimos a
Cristo, suceden cosas extraordinarias. Andrés
llevó a Pedro a conocer a Jesús, y escuchó algo extraño. Cuando
Jesús vio a Pedro, le dijo: "Tú eres Simón, hijo de
Juan. Serás llamado Cefas (es decir, Pedro). "La primera cosa
que hizo Jesús cuando Pedro lo conoció fue cambiarle el nombre. El se
había llamado Simón, un nombre que significa "el que
oye". Ahora, su nombre sería Cefas, en arameo, o Pedro, en griego, un
nombre que significa Roca.
Pedro era un hombre impulsivo, propenso a
dejarse llevar por la ira y por la decepción. Trató de disuadir a
Jesús de ser crucificado y negó conocer a Jesús. Era un
hombre inestable, pero Jesús lo convirtió en una columna de la
Iglesia. No sucedió
de forma inmediata; su carácter cambió
progresivamente. Pero
Jesús lo vio, no como era, sino como llegaría a
ser.
¿Crees que Jesús ya no obra de la misma manera
en la vida de las personas? ¡Claro que sí! Cuando compartes a
Jesús, El hace cosas extraordinarias en la vida de otros. A veces
nosotros nos encargamos de decidir a quién puede Jesús
cambiar. Decimos: "No voy a hablarle a él de Jesús, porque es un
borracho. No le va a interesar. Tampoco le voy a hablar a ella,
porque es una chismosa." Por fin, decidimos compartir a
Jesús sólo con la gente que ya le conoce. Pero ¡El mismo dijo que
no son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos!
¡Qué triste! Hablamos como si no conociéramos el
poder de Jesús para transformar las vidas. Tú y yo no sabemos
cuáles son los planes que tiene Jesús para la vida de nuestros
amigos y familiares. Estoy seguro que Andrés no se
imaginaba que su hermano voluble e impulsivo se convertiría en un
predicador y
líder usado por el Señor.
Tampoco tú y yo nos podemos imaginar qué es lo que el Señor hará. Sólo podemos compartir lo que sabemos de El y dejar que El obre. No te encargues de decidir quién recibirá el mensaje y quién no. ¡Simplemente compártelo! Algunos no te oirán; otros sí. Es probable que sea la gente menos esperada la que se convierta y se acerque a Jesús. A ti sólo te toca compartir de El.
Hoy recomendamos dar inicio a la operación Andrés. Nuestra
meta, como la de Andrés, será llevar a nuestros amigos y
conocidos a Jesús. La idea es muy sencilla.
Plan
· Crear una tarjeta con espacio para siete nombres. En esta tarjeta
escribirán los nombres de siete personas que ustedes conocen que necesitan a Jesús.
Su compromiso será de orar por estas siete personas durante un minuto cada día, los siete días a la semana. Siete personas, siete minutos, siete días.
Su compromiso será de orar por estas siete personas durante un minuto cada día, los siete días a la semana. Siete personas, siete minutos, siete días.
Busquen formas de
relacionarse con las personas en su lista. Pídanles motivos especiales
de oración. Si tienen alguna necesidad en la que
les pueda ayudar, háganlo.
· Dentro de un par de meses, les invitaremos a celebrar en casa una "cena del amigo" a la que
invitarán a las personas que aparecen en su lista. En esta cena, les compartirán
el evangelio. No se preocupen; cuando se acerque la
fecha, les ayudaremos con esto. Es muy probable que aun
antes de la cena varios de los amigos de sus listas ya se hayan
convertido.
· Finalmente, tendremos un evento especial al que también
podrán invitar a sus siete
amigos. Mi oración para este enfoque es que
tomemos el ejemplo de Andrés y llevemos a
nuestros amigos y familiares a Jesús.
¿Estás dispuesto para ser parte de Operación
Andrés?
Recomiendo a mis lectores leer este tema aqui les dejo el link: http://pastorpabloramosd.blogspot.com/2015/02/como-medir-el-crecimiento-de-los.html
ResponderEliminar