He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Salmos 127: 3-4.
En este versículo Dios nos recuerda algo muy importante que nosotros los Padres de familia tenemos que tener siempre presente, es que nuestros hijos por legalidad les pertenecen a El, nosotros lo recibimos como una bendición de parte del Eterno para criarlos y prepararlos para enfrentarse a la vida. Así que es una gran responsabilidad para nosotros el criarlos con sabiduría y con temor a El ya que algún día tanto ellos como nosotros, tendremos que darle cuenta por sus vidas.
¿Tu esposa está
embarazada? entonces ¡Felicidades! Tú has
engendrado un futuro líder. Él ahora se está formando en el vientre de tu amada. Dentro de nueves meses conocerá un nuevo mundo. Ahora te toca a ti comenzar a
prepararlo para enfrentarse a una nueva realidad. El saldrá de un mundo de
reposo a uno donde lo que predomina es el afán y las preocupaciones. El conocerá
lo que es el bien, pero también lo que es el mal. El será mañana lo que tú le
enseñes a ser hoy, por eso es muy
importante lo que tú comparte con él durante
su niñez.
Muchos padres de la
moderna sociedad de hoy han puesto todo su esfuerzo en sostener a sus hijos dotándolo
de todas las cosas necesarias para su sostenimiento físico: buenos alimentos, ropas al último grito de la moda,
juegos y modernidades electrónicas, pero
se han descuidado de algo muy importante que ellos en su inocencia anhelan con ansiedad,
la parte afectiva.
Hoy día vemos crecer
en nuestra sociedad un grupo de jóvenes completamente vacíos que solo parecen roboes, con
muchos conocimientos de los aspectos tecnológicos pero con un corazón
enormemente hueco. Todo lo que les preocupa es poder estar a la par con la moda
como si estuvieran en una competencia los unos con los otros, donde el vencedor
es el que tiene los mejores tenis o la Tablet más moderna y todo esto es gran
parte por la basta necesidad de cariño y de afecto que sus padres les negaron.
Si estas creando un líder
de tu hijo, no lo mantenga solo de
comida como si fuera un cerdito que está bien alimentado, pero que su destino final es
un matadero. Alimenta también sus emociones y su espíritu con tu acercamiento y
con tu afecto.
Un líder se forma,
pero hay que invertir tiempo de calidad en él, hay que enseñarle a dar más de
lo que recibe, a darle importancia a los valores humanos, a respetar pero también
a ser respetado, a ser un buen amigo y un buen compañero. Debemos de considerar
y tener en cuenta que lo agradable del fruto se debe a las buenas raíces del árbol
y sobre todo sus profundidades.
Cuando un niño crece
con carencia de cariño y de afecto se transforma en una persona amargada, sin
ganas de vivir, en un ser con poca auto estima que se ira detrás del primer depredador
o engañador que le ofrezca estas
cualidades, a eso se debe que hoy en día haya una gran taza de divorcios y de niños
traumatizados, abusados y violados, porque han buscado en un extraño el afecto el
amor y la protección que tu como padre le negaste.
Un poco de tu tiempo
es lo que tu hijo mendiga de ti para poder imitarte como padre cuando él tenga
sus propios hijos, una conversación amena contigo le alimenta más que el mejor
de los manjares.
La base fundamental
de una Buena familia que cría hijos saludables física y mentalmente está en el
testimonio de amor y afecto que estos ven de sus padres y que ellos también reciben.
Esto es como un circulo repetitivo de acontecimientos “tu hijo será con su
esposa exactamente como aprendió de ti”
tratara a su esposa como tu trataste a su madre, si eras un padre
amoroso El también lo será, pero si eras
un padre gruñón y maltratador tu ejemplo también lo marcara de manera negativa
para su vida futura.
Todos los Psicólogos
y expertos en la material están de acuerdo conmigo con relación a que un niño
que crece bajo la protección de una familia funcional sin carencias afectiva,
tiende a ser más exitoso que aquel que es abandonado o dado en adopción por sus
padres.
Tu sabias que para un
niño es comparable con un abandono,
el que tú le niegues tu afecto o que tú
lo rechaces en el momento en que el necesita de tu apoyo o de ese tiempo que él
requiere para sentires mimado, para sentirse aceptado, para jugar contigo. Todo
en la vida es echado al fondo del olvido, pero para un niño son inolvidables
estos momentos y pueden ser determinantes en el sano proceso de crecimiento espiritual
de su vida.
Los grandes líderes
de hoy siempre les dan gracias a Dios por sus padres y consideran que su
crianza jugo un papel muy importante en su triunfo, por el contrario la mayoría
de delincuentes y convictos atribuyen las causas de sus fracasos al abandono y
a la poca atención que recibieron de sus progenitores.
Dedica tiempo de
calidad para compartir con tus hijos ya que su desarrollo tanto físico como espiritual
esta íntimamente ligado a la atención que tú le preste a su petición de cariño.
Un poco de tu
tiempo y de tu afecto es lo que tus
hijos piden de ti. Si no lo estás
haciendo aun estas a tiempo de integrarte a la buena formación de tus hijos, si
lo estas hacienda entonces te felicito porque muy pronto veras los frutos de un
buen árbol reproducirse a través de tus hijos.
Pastor: Pablo Ramos.