¿Por qué el
cielo estará lleno de pecadores y el infierno de Religiosos?
Hay una realidad muy latente que se viene dando desde los tiempos
mismos de Jesucristo entre los Cristianos, es la segregación y la división
entre los grupos de creyentes. Esto se evidencia en los constantes
enfrentamientos ideológicos que se suscitaban entre el mesías Jesús y los fariseos por su gran apego al
tradicionalismo y a los antiguos rudimentos y costumbres legalistas y religiosas.
Estas mismas discrepancias y diferencias continúan siendo el pan
de la discordia entre los cristianos modernos quienes se han dividido en dos
grupos: Los que imitan el ejemplo de misericordia y generosidad de Jesucristo y
los que se hacen fanáticos de las tradiciones y mitos religiosos como los fariseos
a tal punto que siendo creyentes no practican la vida de piedad lo que los
convierte en cristianos impíos.
¿Cuáles son los cristianos impíos? Son aquellos que viven una vida
de aparente santidad, haciendo cosas para Dios en las iglesias, predicando un
evangelio a su conveniencia e incluso echando fuera demonios y detrás como dice
el refrán –A Dios rogando y con el mazo dando-
Las palabras que veremos a continuación salieron de la misma boca
de Jesús refiriéndose a este tipo de personas.
Mateo
7:21-23
¨No todo
el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.¨
Analicemos fríamente lo que significan estas
frases, que aunque la biblia no lo
muestra dan la impresión de que fueron
dichas con indignación por nuestro Señor Jesús
y encierran una gran advertencia
no para los inconfesos, sino para
los creyentes que no practican una vida piadosa.
Cuando Jesús dice _No todo el que me dice
Señor, Señor entrara en el reino de los cielos- se está refiriendo a dos cosas:
A los creyentes hipócritas y a la ciudad
que descenderá del cielo, la nueva Jerusalén la cual El gobernara y junto a su
gobierno estarán todos aquellos creyentes que fueron fieles a sus principios,
mandamientos y estatutos mientras estuvieron en vida.
Habrá muchas sorpresas en el reino que Dios
el Padre está preparando para el mesías y sus fieles creyentes, aquellos que
hacen la voluntad del Eterno. Antes de
que se establezca el reino de Dios aquí en la tierra y Jesucristo tome para
siempre su cetro de justicia para gobernar las Naciones, todos los creyentes tendremos que darle cuanta
al Rey, de todas las obras buenas y
malas que hicimos durante nuestras vidas.
Dentro de esas sorpresas y considerando las
palabras que salieron de la boca de Jesús, habrá muchos pecadores arrepentidos
en el reino celestial y muchos religiosos impíos en el infierno.
En este juicio llamado el Juicio del trono
blanco los creyentes fieles serán galardonados y los infieles recibirán su
justo pago, dice la palabra que muchos se salvaran como por fuego (1Cor.
3:17-15) cuando el Espíritu Santo
manifieste hasta las más injustas y maliciosas intenciones de cada
corazón. Apoc. 20:11-13.
¨ Y vi un
gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus
obras.¨
Con estas
palabras no pretendo hacer un juicio en contra de nadie ni atemorizar a ninguna
persona, más bien trato de traer una palabra que nos enfrente como creyentes y
que nos ubique de una vez y para siempre con relación a cuál de estos dos
grupos dentro del pueblo de Dios queremos pertenecer, a los que dicen ser y no son o a los que no
dicen nada pero viven una vida piadosa, misericordiosa y en completa sujeción y
obediencia al Eterno.
Una forma de
hacer la voluntad de Dios el Padre es vivir una vida de constante imitación a
Jesús quien siempre mostró su compasión y su generosidad por los demás al punto
de ofrecerse así mismo por la humanidad. El mimo padre manifestó su amor y
complacencia a favor de su hijo cuando el Espíritu Santo en forma de paloma
pozo sobre El. Esas mismas delicias que
el padre sintió por su hijo son manifestadas a favor de nosotros cuando
imitamos a Jesús.
Mateo 25:31-46
¨Cuando
el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas
las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las
ovejas de los cabritos.
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los
cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. Porque tuve hambre,
y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces
los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y
te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti?
Y
respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a
uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá
también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de
comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis;
enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces
también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces
les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno
de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.´´
Si nosotros prestamos atención a estas palabras
de Jesús notaremos que El hizo gran
énfasis en la generosidad como requisito importante para vivir una vida piadosa
y justa y sobre todo para hacer la diferencia entre aquellos que no viven lo
que predican.
Jesús
concluye diciendo que cuando nosotros como hijos de Dios y coherederos de su
reino no vivimos una vida de amor, generosidad y piedad los unos con los otros,
podríamos ser segregados de su gloria y recibir con esto el castigo eterno. Tú
decides si formar parte de los cabritos o de las ovejas.
Que Dios nos
de la sabiduría para retornar a tiempo al camino de la vida eterna
concediéndonos vivir siempre dentro de su perfecta voluntad y así poder ser
acepto al trono de su gracia y de su misericordia.
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