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miércoles, 26 de marzo de 2014

¿SE TERMINARA EL SUFRIMIENTO ALGUN DIA?

Que puede usted responder a esta pregunta. Si, No, o Tal vez. Veamos lo que nos dice la biblia con relación a este tema: 

Apocalipsis 21:3 y 4.

“Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. 

Otra versión de la biblia dice:

“Dios secara todas las lágrimas de ellos y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor”

Hay muchas personas que catalogan a Dios como un ser cruel y despiadado, porque han perdido un ser querido o quizás porque han sufrido un desengaño o tal vez una enfermedad, otros culpan a Dios por su desdicha o por los malos momentos que han vivido.

El apóstol Juan en la revelación que tuvo con Jesucristo le escucho decir que “vendrá un tiempo, cuando el Mesías prometido tome el control de todos los reinos de este mundo, cuando nuestro lamentos serán convertido en gozo y ya no habrá más sufrimiento, ni dolor”.

Es bien sabido que vivimos en mundo que está bajo el control del maligno y que por causa de nuestra desobediencia y complicidad con el sistema mundo somos presa del sufrimiento, del dolor y de la aflicción. Jesucristo mismo dijo que en este mundo tendríamos aflicciones, las misma que El también padeció por nuestras culpas, pero también nos dejó claro que no debemos de temer ni de preocuparnos porque Él ha vencido y derrotado al mundo.

Dios no es el causante ni el culpable de nuestros problemas. La biblia dice en Santiago 1:13-14.

“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”.

Nosotros mismos somos los causantes de nuestros problemas cuando vivimos una vida de espalda a Dios y a su palabra.

No es el deseo de Dios que nosotros pasemos por aflicciones, penalidades y sufrimiento. Él no se goza con nuestro sufrimiento ni con nuestro dolor, más bien nos consuela y nos fortalece y nos promete darnos y devolvernos todo lo que el enemigo nos ha quitado, porque somos parte de Él.

Zacarías 2:8 nos dice: 

“Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo”.

No perdamos la esperanza porque en un tiempo no muy lejano todo nuestro llanto y todo nuestro pesar se terminaran, no será para siempre, vendrán tiempos de refrigerios, de gozo y bonanza donde nosotros seremos los protagonistas al lado de Jesucristo de la gran película de la vida, cuando heredemos junto con El todas las naciones Como dice el Salmos 37:9 

“Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra”.


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viernes, 21 de marzo de 2014

CRECIENDO EN BASE A UN FUNDAMENTO SOLIDO.

Durante las tormentas de nieve recientes que pasaron por los Estados Unidos en esta temporada de invierno, Yo pude observar a través de los medios informativos, algo muy interesante.
Cuando la nieve caía sobre las ramas de los árboles, se podía notar que los resultados eran diferentes de un árbol a otro. 
Algunos árboles perdieron ramas las cuales cayeron al suelo por causa del peso de la nieve cuando se convertía en hielo, pues no podían soportar su peso.
Otros árboles se doblaron bajo la carga del hielo, pero cuando este se derritió, poco a poco los arboles se enderezaron. Pero algunos árboles - entre ellos algunos muy antiguos, de troncos muy gruesos y apariencia impresionante - se cayeron al suelo, quedando sus raíces al descubierto. Por supuesto, esto marca el fin de cualquier árbol.
En la vida, llegan momentos duros y difíciles. Vienen pruebas y sufrimientos, y al igual que estos arboles cada uno de nosotros responde de una forma diferente. Para algunos, el tronco de su vida queda firme, aunque de repente se caiga una rama que otra. Pero otros, frente a la crisis, se caen y se derrumban  por completo.
¿Qué es lo que marca la diferencia? Lo que marca la diferencia - tanto para un árbol como para una persona - es la calidad, la
profundidad y el fundamento de sus raíces. Un árbol firmemente arraigado en la tierra puede soportar muchas tormentas, mientras que otro árbol con raíces poco profundas se caerá bajo el peso. 
Igualmente una persona cuyos fundamentos espirituales estén bien cimentados, ninguna tormenta de la vida, por fuerte que esta sea lo derribara.
¿Dónde están tus raíces? ¿Qué es lo que te sostiene? Si no tienes raíces profundas, podrás caer en la tormenta. De todas las tormentas que vienen en esta vida - la enfermedad, la necesidad, la inseguridad, el rechazo - la peor tormenta vendrá cuando esta vida se haya acabado. Me refiero a la tormenta del juicio final, cuando todos tendremos que rendir cuentas por nuestras acciones, palabras y hasta pensamientos.
Cuando llegue ese día, sólo podremos sobrevivir y entrar a la vida eterna si estamos firmemente arraigados. Abramos la Biblia en Colosenses 2:6-7 para ver dónde hundir nuestras raíces:
"Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias".

La única tierra firme donde podemos arraigarnos para prosperar en toda tormenta es en Cristo. No hay otro. Nosotros llegamos a saber acerca de Jesucristo cuando escuchamos el evangelio, que es la buena noticia de que Dios nos ofrece su perdón y salvación en base a lo que Jesucristo ha hecho por nosotros, por su muerte en la cruz y su resurrección victoriosa.

Cuando nosotros creemos ese mensaje, no sólo como una información interesante sino como la verdad divina, y ponemos toda nuestra confianza en Jesucristo, empezamos a crecer en Cristo. Este proceso de crecimiento tiene que continuar durante toda nuestra vida. ¿Cómo sucede?

Sucede cuando aprendemos acerca de El por medio de su Palabra, leyéndola, estudiándola con otros, escuchando predicaciones, recibiendo clases, etc. Sucede cuando lo experimentamos en nuestra vida diaria, contestando nuestras oraciones y dándonos fuerzas para enfrentar los problemas. Sucede conforme vamos entregándole a El cada parte de nuestra vida: nuestro uso del dinero, nuestras amistades, nuestro trabajo, nuestra familia y todo lo demás.

Cuando crecemos en Cristo, el poder más grande de todo el universo se pone a trabajar en nuestra vida. Es el poder que resucitó a Cristo de entre los muertos, y la Biblia dice que ese poder también opera en nosotros - si estamos firmemente arraigados, sembrados por fe en Cristo mismo.

Quizás tú te encuentras aquí hoy leyendo este sermón  y nunca  te has comprometido de veras con Jesucristo. Te das cuenta, al escuchar estas palabras, que realmente no estás arraigado en El, porque nunca lo has recibido como Señor. En este día tu puedes tomar esa decisión. 
¿Qué implica esto? Implica reconocer que has pecado, y que necesitas perdón; significa aceptar de manera personal que Cristo murió en la cruz por ti, por tus pecados. Significa decidir que ya no vivirás sólo por ti mismo, sino que caminarás por fe en el que dio su vida por ti en la cruz.

Si nunca has tomado esa decisión, hoy puede ser el día de tu nuevo comienzo. Puedes empezar a crecer en el único terreno firme, confiando ahora en Jesucristo, caminando con El.

Si en este día  tú ya has tomado esa decisión, debes celebrar. Estas creciendo en buen terreno. No dejes de crecer en Cristo. Este versículo te dice que, de la misma manera en que aceptaste a Cristo - es decir, por fe - debes seguir creciendo en El. A veces, cuando ya tenemos cierto tiempo en el evangelio, empezamos a olvidar lo que seríamos sin Cristo.

¿Qué sería de ti, si El no fuera parte de tu vida ¿Dónde estarías, si El no te hubiera tocado el corazón? Es bueno recordar lo que seríamos sin Cristo, para darle las gracias y motivarnos a seguir creciendo y madurando en El. 

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jueves, 13 de marzo de 2014

HECHICEROS EN MEDIO NUESTRO (2da. Parte)

Leer 1ra. Parte Aquí:
http://pastorpabloramosd.blogspot.com/2014/02/hechiceros-en-medio-nuestro-cuidado.html

En la primera parte de este sermón demostramos como la hechicería se puede manifestar en otras formas diferente a la brujería y a la  adivinación,  y que cualquier persona puede convertirse de manera inconsciente o quizás consiente en un hechicero, cuando utiliza mecanismos para controlar física o emocionalmente a otra cuyas facultades mentales son inferiores o su estado de ánimo es muy vulnerable.

Hay una parte muy particular y privada que Dios le ha otorgado a cada ser humano  que lo convierte en un individuo o una persona independiente con identidad propia, con el derecho de escoger o rechazar, es la voluntad o el derecho de poder decidir lo que puede o no hacer.  Cuando este derecho se ve controlado por algo o por alguien, que valiéndose de: frases, gestos, insinuaciones, falsas promesas, engaños, hipnotismos o encantamientos,  se convierte automáticamente en un hechizo.

Muchas veces nosotros mismos sin pro ponérnoslo y sin darnos cuenta hechizamos y somos hechizados,  es por esa razón que hoy quiero abundar más en este tema porque a veces somos víctimas y victimarios de esta estratagema satánica.

La voluntad es algo que Dios no quebranta ni violenta en ningún ser humano. Él nos da la oportunidad de decidir si ser bueno o ser malo, de servirle o defraudarlo, entonces si nuestro creador respeta nuestras decisiones, todo aquel que hace lo contrario cae en un estado de rebelión ante Dios y todo lo que se rebela a Dios es contrario a Él  y además es pecado.

La rebelión es parte de la hechicería ya que el que se rebela lo hace bajo el control directo del diablo,  es decir satanás seduce su corazón para que se levante en contra de lo que Dios ha establecido.  La persona que está en rebelión,  se convierte en una persona obstinada. Este término se aplica a la persona que se mantiene firme en una opinión o actitud a pesar de las razones o las dificultades que pueda haber en contra y esto también es considerado por Dios como parte de la hechicería. Veamos lo que dice la biblia acerca de esto:

1 Samuel 15:23a -Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación-.

El profeta Samuel  en esta porción de la palabra, hace una comparación o una ecuación muy importante que revelan la vinculación de estas actitudes a la hechicería.

Rebelión = Adivinación = Hechicería.
Obstinación = Idolatría = Hechicería.

Frases que identifican la hechicería.

Estas son palabras y actitudes que aunque no son evidentes o audibles encierran las intenciones del hechicero para violar tu voluntad y controlarte. A continuación les presento algunas de las frases y actitudes que te ayudaran a identificar la hechicería en ti o en otras personas:

Auto-conmiseración.
1.     “Te haré creer que estoy enfermo(a) para que me tengas lastimas y hagas lo que yo quiero”.

Por lo general este tipo de actitud te quiere controlar a través de la lastima y de la pena. Ojo, este tipo de control se te vende como una víctima y por lo general siempre utiliza las quejas como su principal herramienta.

El engaño.
2.     “Te haré creer que te amo para conseguir lo que quiero de ti”.

Intimidación.
3.     “Te voy a aterrorizar para que hagas lo que yo quiero”.  “Si no ofrendas se      perderá tu alma”.

Dictadura.
4.     “Te voy a obligar para que hagas lo que yo quiero”.

Seducción.
5.     “Te voy a enamorar para que hagas mi voluntad y estés bajo mis pies”.

Extorción.
6.     “Te delatare si no haces lo que yo quiero”.

Secuestro.
7.     “Tomare algo tuyo para que hagas lo que yo quiero”.

Es muy importante aprender a identificar estas actitudes que muchas veces son frecuentes en nuestras familias, iglesias y hasta gobiernos. Quién de nosotros no ha sorprendido a uno de nuestros hijos tratando de conseguir algo de la madre y cuando no lo logran se van a escondidas a tratar de seducir al padre diciéndole “Ya yo hable con mama” usando así una media verdad, que más tarde ocasionara  un mal entendido entre la pareja, esto es hechicería. 

Cuántas veces hemos tenido que vaciar nuestros bolsillos tras las seductoras palabras de un orador que usando textos bíblicos nos ha hechizado para dar hasta lo que no es nuestro, esto también es una forma de hechicería y así hay muchas otras formas de control de la cual hemos sido víctimas y hasta participes. La biblia dice que es el Espíritu Santo quien pone en nosotros el querer como el hacer.

Muchas familias e Iglesias se han dividido por causa de una hechicería, muchos cristianos han sido deformados por causa de un sermón de un hechicero, o de una fortaleza mental que ha salido de un púlpito y que le ha hipnotizado sacándolo así de la verdadera doctrina.

Una de las formas más comunes y peligrosas de hechicería son las falsas promesas. Hay personas que cuando quieren obtener algo de ti te hacen ofertas y promesa cuyo objetivo es seducir tu voluntad para que hagas algo que por lo general no es agradable para Dios.

Jesucristo mismo fue tratado de ser hechizado por satanás, el rey de la hechicería, con una falsa promesa cuando estaba en el desierto, en un momento de debilidad y vulnerabilidad satanás le mostró todos los reinos del mundo que en ese momentos le pertenecían y se los ofreció a cambio de que Jesús se postrara a Él y le adorara. Tratando de esa manera de hechizarlo.

Lucas 4:5-8 “Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.  Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”.

Es importante aprender a distinguir este tipo de hechicería cuando alguien quiere hacer de ti una víctima:

·        Tratará de realzar tus atributos para levantar tu ego y tu alta estima.
  
·        Luego te ofrecerá aquellas cosas que tu ego necesita, puede ser una oportunidad de crecer en tu trabajo, puede ser un falso afecto si tú tienes carencia de afecto o puede ser una falsa esperanza de conseguir algo que tú siempre ha soñado.

·        Te dirá las cosas que tú necesitas oír pero al final te pedirá que hagas algo para él que tu quizás en otra circunstancia no lo harías.

La forma más efectiva de pelear y de contrarrestar la hechicería se hace evidente en la respuesta que Jesús le dio a satanás en su frustrado intento por hechizarlo:
·        Lo Aparto de Él, lo rechazo le dijo “Vete de mí satanás”

Toda persona o cosa que te seduce o te obliga con rituales o con frases a hacer su voluntad, si no es Dios, tratara de que te rebeles en contra de Él y debes apartarte inmediatamente y echarlo fuera de tu vida.

·        Le recordó la Palabra escrita por Dios (La Biblia) “Porque escrito esta”

El conocer las promesas y las palabras que salen de la boca de Dios es para nosotros la espada defensiva en contra de cualquier asechanza y engaño del diablo o de sus hijos. Y por último:

·        Le recordó quien es el único Rey, Dios y señor del universo. “Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”.

Todo nuestro amor, servicio y devoción deben estar siempre con nuestro creador que es quien promete y siempre cumple, porque Él no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse, en El no hay mudanza ni sombras de variación.  A Él sea la Gloria, la Honra y el Honor por siempre.  Amen.

Pastor:  Pablo Ramos D.


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miércoles, 5 de marzo de 2014

CONFIAR + CREER = PODER.

 Confiar es creer y para el que cree todo es posible.

Salmos 125:1 dice: "Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre"

Dios nos mantendrá firmes para que alcancemos el futuro que El tiene preparado para nosotros. Si de veras hemos llegado a confiar en Jesucristo, El mismo está obrando en nosotros para que no perdamos todas las bendiciones que nos ha preparado.

Cada día, El nos da ánimo para seguir. Si tropezamos, El está allí para levantarnos. ¡No tenemos que vivir en constante temor! Podemos confiar en que Dios nos está sosteniendo. Si El ya empezó una buena obra en nosotros, El no la dejará a medias.
Completará la obra que ha empezado.

Dios te está llamando a decidir. ¿Qué clase de persona serás? ¿Serás de los que pasivamente esperan para ver qué sucederá? ¿O serás de los que agarran las oportunidades que Dios les da y las aprovechan al máximo?

Si entiendes quién eres en Cristo, podrás nadar en contra de la corriente del mundo. Si sabes lo que tienes en Cristo, no tienes por qué avergonzarte frente al mundo. Y si sabes lo que te espera en Cristo, puedes avanzar confiado, porque sabes dónde vas a terminar. Con Cristo, podemos vivir confiados en medio de un mundo caótico.

Podríamos decir que hay dos clases de personas en la vida. Algunos se consideran víctimas de la vida. Se dejan llevar por cualquier corriente, pensando que sus decisiones realmente no son muy importantes. Otros toman lo que la vida les da, y lo aprovechan al máximo. En lugar de perder el tiempo lamentando lo que no tienen, toman lo que sí tienen y lo ponen a trabajar.

Estas dos perspectivas se notan en los dos vendedores de zapatos que llegaron a un lugar remoto de África para fomentar la venta de calzado. Ambos vieron la misma situación, pero mandaron reportes muy diferentes a la sede de sus compañías respectivas. El primer vendedor mandó este mensaje: "Aquí no hay ventas. Nadie usa zapatos".

El segundo vendedor envió un mensaje muy diferente. "Aquí tenemos un enorme mercado", dijo. "¡Todos andan descalzos!" ¿Te das cuenta? Los dos vieron la misma situación, pero la vieron desde dos perspectivas muy diferentes. Uno pasivamente pensó que no podría cambiar la situación y vender zapatos a personas que no acostumbraban usarlos, mientras que el otro vio un potencial casi ilimitado.

¿Cómo ves tú la vida? ¿Cómo crees que Dios quiere que la vean sus hijos? Cristo dijo que debemos ser como luz en la oscuridad, como sal en un plato. La luz cambia las cosas. La sal da otro sabor a la comida. Tú y yo no debemos ser como termómetros, que simplemente reflejan el ambiente que los rodea, sino como termostatos, que cambian la temperatura.

Dios no nos llama a ser pasivos, sino a ser activos, usando la carta del Apóstol Pablo a los Corintios, El nos llama a vivir confiadamente en medio de un mundo caótico. Este libro que fue inspirado por el Espíritu Santo para enseñarnos y animarnos tiene mucho que decirnos acerca de vivir para Cristo
en medio de un mundo donde las tinieblas se han expandido y controlado gran parte del universo. Abramos la Biblia en el capítulo 1 de 1 Corintios, versos 1 al 9:

1:1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 1:4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 1:5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 1:6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 1:8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

En estos versículos encontramos tres pistas importantes para vivir confiados en Cristo, en medio del caos de este mundo. 

La primera clave para vivir confiado en Cristo en un mundo de caos es saber quién eres en Cristo. Si no estás seguro de tu identidad, lo más fácil será simplemente acoplarte al mundo que te rodea. ¿Has visto el camaleón? Cambia de color, según el color de su entorno. Así se esconde de los depredadores.

Hay muchos cristianos que son como camaleones. Se parecen a lo que los rodea. Cuando se encuentran en la Iglesia el domingo, parecen muy creyentes. Tienen un aire de piedad. Pero el lunes en el trabajo, ¡son irreconocibles! Ahora se parecen a sus compañeros de trabajo - malhablados, groseros, y no siempre muy honestos. ¡No seas un cristiano camaleón!

Observa quién te dice el versículo 2 que eres. Nosotros, como los creyentes de Corinto, hemos sido santificados en Cristo Jesús, y llamados a ser santos. ¿Te das cuenta de la repetición? Hemos sido santificados para ser santos. La duplicación de palabras es tan notable en el original como lo es en español. No está allí por accidente o equivocación.

Cuando tú y yo nos entregamos a Cristo, llegamos a pertenecer a El. Hemos sido separados del mundo, apartados para pertenecer a Cristo. Déjame ponerte un ejemplo. Digamos que te encuentras en la tienda, buscando comprar un reloj. El vendedor saca varios modelos, y te muestra una variedad de estilos. Por fin, de todos los relojes que se encuentran regados en el mostrador, escoges el que más te gusta. "Me llevo éste", dices, y lo separas de todos los demás.

Ese reloj ahora está separado para ti. De la misma manera, Cristo te escogió a ti, cuando tú lo aceptaste a El, y te separó de este mundo. El dijo de ti: "Me llevó éste", y te apartó de todos los demás. Ahora estás consagrado para El. Eres su posesión especial. Has sido santificado.

Pero, ¿para qué has sido santificado? Para ser santo. En otras palabras, Cristo te ha separado para sí mismo, para que tú vivas una vida separada. Te ha escogido para que seas diferente de los que te rodean, viviendo una vida consagrada al Señor. Por supuesto, vas a crecer en esto. No vas a llegar a la madurez de la noche a la mañana.

Pero no te conformes con parecerte a los demás. Más bien, responde al llamado de Cristo a ser santo, a ser diferente del mundo que te rodea.

La segunda clave para vivir por Cristo en medio del caos es saber lo que tienes en Cristo. Observa lo que dice el verso 5. Por fe, Cristo nos ha llenado con riquezas de palabra y de conocimiento. Los corintios vivían en una ciudad donde se apreciaba la sabiduría. A los griegos les encantaba lucir su conocimiento y su capacidad para hablar con elocuencia.

Quizás algunos de los creyentes de la Iglesia en Corinto veían a sus vecinos que no eran creyentes y se sentían muy pequeños a comparación con el nivel de educación y la labia que ellos tenían. Pablo les dice: En Cristo, ustedes son ricos en conocimiento y también en capacidad para comunicar.

Nosotros estamos en la posición de un pordiosero que, por algún milagro, se casa con una mujer de dinero. Al casarse, las posesiones de su esposa llegan a ser propiedad comunitaria. Ahora son de los dos. De igual manera, cuando tú y yo confiamos en Cristo y nos entregamos a El, llegamos a compartir la riqueza que El posee.

No estamos hablando de dinero, aunque es indudable que Dios bendice económicamente a sus hijos. Más bien, estamos hablando de riquezas de conocimiento, de poder para ver las cosas como son y reaccionar con sabiduría. La Biblia dice que nosotros tenemos la mente de Cristo.

La educación es muy buena. Espero que todos nuestros hijos se gradúen de la universidad con alguna carrera provechosa. Pero es mil veces mejor tener sólo un poco de la sabiduría que Dios nos da en su Palabra que toda la educación que las universidades de este mundo pueden proporcionar. Cuando aprendemos a pensar con la sabiduría que Cristo nos da, somos más ricos que Bill Gates o Carlos Slim.

La tercera clave para vivir por Cristo en medio del caos es saber qué nos espera en Cristo. Esto es lo que nos da esperanza para vivir por Cristo, pase lo que pase. El verso 7 menciona la venida de nuestro Señor Jesucristo. Sabemos que El vendrá para llevarnos a estar con El. Pase lo que pase en este mundo, sabemos que tenemos una seguridad más allá del presente.

Los versos 8 y 9 nos dan otra seguridad. Nos dicen que Dios nos mantendrá firmes para que alcancemos el futuro que El tiene preparado para nosotros. Si de veras hemos llegado a confiar en Jesucristo, El mismo está obrando en nosotros para que no perdamos toda la bendición que nos ha preparado, es decir que si ponemos nuestra confianza en Jesús y creemos firmemente en su obra redentora recibiremos su poder para hacer que todo lo imposible, se convierta en posible por medio del poder de su nombre y a través de sus fuerzas. Todo, absolutamente todo lo podemos en Cristo que nos da nuevas fuerzas. Esto es Poder.

Pastor: PABLO RAMOS.