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miércoles, 2 de abril de 2014

COMO EL SÁNDALO EN LA NOCHE.

Existe un árbol que es prototipo del cristiano se llama Sándalo. Es original de la India y otras partes de Asia, aunque se planta en otros lugares del mundo, en especial en América.
Su madera es conocida por sus tallas y porque de ella se obtiene el aceite volátil que se usa en herbolaria, produce madera y aceites.  Es de textura fina y regular, de grano recto. Recién talado, la madera es de color pardo amarillento, pero al tiempo toma un color marrón más oscuro. Se seca sin agrietarse y es de fácil tratamiento en carpintería.
La biblia hace mención de este árbol en el libro de 1 Reyes 10:12.
Y de la madera de sándalo hizo el rey balaustres para la casa de Jehová y para las casas reales, arpas también y salterios para los cantores; nunca vino semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy”.
De este árbol podemos extraer una gran enseñanza para la vida del creyente Cristiano. El Rey Salomón escogió su madera para decorar el templo que le construyo a Jehová y fue con su madera que se elaboraron parte de los instrumentos musicales y sagrados del templo. (Ver 2 Cron. 9:10-11).
Así como Salomón escogió la madera de este árbol para la construcción del templo, también el cristiano fue seleccionado por Jesucristo quien es el Rey de Reyes y Señor de Señores,  quien nos separó de las tinieblas y nos trajo a su luz admirable, para santificar nos por medio de su sangre y para que seamos instrumentos sagrados destinado para su alabanza y su adoración y para que nuestros cuerpos sean habitación del Espíritu Santo.
El sándalo tiene muchas características que nos hablan y nos enseñan a ser mejores creyentes. Este árbol crece a gran altura y de él se extrae la madera más fina y perfumada del mundo. En la india este árbol es considerado como un patrimonio nacional y les atribuyen cualidades extraordinarias y hasta curativas.
Durante la noche es fácil detectar los lugares donde hay sembradíos de este árbol, por el gran olor a perfume que expide. Todo lo que está  a su alrededor se contagia del olor a sándalo y hasta las bestias salvajes y las serpientes son atraídas e inmovilizadas por su agradable perfume.
Dios espera de nosotros sus servidores, que seamos como el sándalo. Que seamos perfume de olor grato y fragante no solo ante la nariz de nuestro creador, sino también delante de todos los que nos observan. Que en medio de las tinieblas de este mundo nuestra fragancia a gloria de Dios, perfume la vida de los que se pierden.
Hay un gran misterio  que se esconde en este árbol. Escondidas entre sus ramas viven serpientes venenosas tremenda mente atraídas por su poderoso perfume. 
Un bosque de árboles de sándalo es considerado por muchos como un lugar peligroso, debido a que en un solo árbol se pueden encontrar al menos una docena de serpientes venenosas refugiadas. Ellas no pueden salir de éste, porque el perfume es tal que son casi hipnotizadas.

Lo extraordinario de esto es que aunque son serpientes venenosas las que habitan en él, la pureza y el perfume de la madera del sándalo no se contaminan ni se ve afectada en absoluto.

Así mismo el hombre redimido viene a ser como el árbol de sándalo, que aunque por su naturaleza pecaminosa,  en un tiempo anidaba en su corazón todos los tipos de serpientes tales como: la ira, la codicia, los celos y la envidia. Todos estos estaban colgando del árbol de su vida, luego de recibir a Jesucristo como su único Señor y salvador su perfume sigue siendo puro y no se deja envenenar por el odio ni el rencor.

Cuando el árbol de sándalo es cortado, aun el hacha que lo agrede queda perfumada con su aroma, Al Igual que Cristo cuando fue herido de muerte por la lanza que le traspaso su costado, que no albergo rencor por sus verdugos, más bien le pidió al padre que los perdonara y él también los perdono, perfumando para siempre sus vidas y la de la humanidad pecadora.

En un Corazón donde antes habitaba el pecado, ahora debe habitar el perdón y en nuestras vidas debe de haber sucedido una transformación. En un corazón transformado ya la codicia pierde su veneno, la ira pierde su veneno, el rencor pierde su veneno y estos sentimientos que antes eran destructivos y dañinos, Jesucristo los procesa y los convierte en un aceite que expide un olor grato a la nariz de los demás.

Del árbol de sándalo al igual que de Jesucristo, aprendemos que aunque recibamos de otros las más profundas heridas, no debemos ser vengativos ni guardar rencor en nuestras almas, más bien debemos perfumar el hacha con la que recibimos las heridas a través del perdón y la misericordia.

Recordemos que somos el templo del Dios viviente y que fuimos creados para ser instrumento de alabanza y adoración para nuestro Señor y que debemos presentarnos delante del como un sacrificio vivo por su misericordia (Romanos. 12:1).

Jesucristo fue, es y será siempre en nosotros el más puro ejemplo de amor, perdón y misericordia. Él quiere que aprendamos a amarnos los unos a los otros sin fingimiento, que aborrezcamos lo malo y sigamos el bien.

Romanos 12:21 nos dice: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”.

Seamos como la madera del sándalo que luego que es utilizada en la edificación de una casa, resiste todos tipos de vientos, tempestad y mareas. Siempre se mantiene firme, su perfume dura para siempre y aunque se seca nunca se agrieta ni su aceite se agota.

Edifiquemos  a Cristo en el corazón de los perdidos.


Dios te de fuerzas y te ayude a perfumar todo lo que te rodea. 

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4 comentarios:

  1. Una palabra perfumada, refrescante. Una respuesta hermosa del Señor, nunca vino semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy. Pero de nuevo se hará ver en la vida testimonio y unción de hombres y mujeres que El Señor levanta en este tiempo. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden;2da de Co 2:15. Josè Miguel González desde Venezuela

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  2. Poderosa enseñanza Gloria a Dios!!! Quiero ser sándalo!!!!

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