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martes, 26 de diciembre de 2017

VICTORIAS QUE PARECEN DERROTAS

Quiero compartir estas palabras con ustedes en este tiempo en que nos acercamos al final de un año más y al comienzo de uno nuevo, con el fin de dejar en tu corazón un mensaje de aliento y de motivación al momento de evaluar lo que pasó y lo que vendrá en este nuevo período que comienza.

Hay victorias que parecen derrotas; pero solo en apariencia porque dependiendo de nuestra fe y de nuestra paciencia es cuando se hacen evidentes y manifiestas.

Por ejemplo si observamos el principio de la siembra y la cosecha notaremos que cuando siembras una semilla, mas que una victoria parece un sepelio, ya que solo a un ser muerto es que se entierra. Ahora bien cuando esperamos un tiempo vemos la germinación de esta semilla que antes tuvo que morir para luego convertirse en un victorioso árbol que provee grandes y buenos frutos.

Es muy posible que al evaluar tu vida en este momento tú sientas una pesada sensación de aparente derrota y te sientas sin deseo de enfrentar un nuevo reto en este nuevo periodo de tu vida; pero quiero decirte:

Que esa sensación de derrota que ahora tu sientes es solo una victoria sin manifestarse.
Que esperes con paciencia a Jehová y él te mostrará que eres un vencedor porque tu victoria ya fue ganada por su hijo Jesús en la cruz.


Un día Dios el Padre sembró a su hijo Jesús en esta tierra y al morir por nosotros y tener que separarse de su Padre, Él también sintió la aparente derrota, cuando colgado en un madero sus enemigos se burlaban y celebraban su afrenta; pero el fue paciente y esperó la exaltación del padre y tres días después se levantó victorioso haciendo de aquella aparente derrota una gran victoria, la cual te hace victorioso también a ti, a mi y a toda la humanidad.

Esperemos pacientemente a Jehová y lo que no fue posible lograr en este año que se despide, el próximo año Él lo materializará, porque no estamos derrotados sino en el proceso de germinación para exaltación.

Pacientemente esperando en Dios fue una característica especial de nuestro Señor Jesús. La impaciencia nunca se mantuvo en su corazón, y mucho menos se escapó de sus labios. Por lo tanto, esperamos y oramos, sabiendo que Jesucristo esta plenamente consciente de nuestras necesidades. Cuando esperamos y confiamos en el Señor, aun en medio de las tribulaciones, Él prepara nuestra mente, corazón y carácter, ya que “la tribulación produce paciencia, y la paciencia ayuda nuestro carácter.” (Romanos 5:3-4).

Dios quiere que confíes en sus promesas porque Él te demostrará que son más pequeños tus problemas y tus enemigos que aquél que te sostiene y que camina a tú diestra. El prometió estar contigo todos los dias hasta su regreso. Descansa y deposistate en Jehová.

Nuestra victoria no depende de los pronósticos del hombre sino de la fidelidad de aquel que te llamó y te escogió. Adelante!!!

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